​La boda, el calor y la foto

Posted by Gretchelle Dilan, Ph.D. in Life After Paralysis on June 07, 2021 # Español

Voy de camino a una boda y sentía que me derretía; para los demás, aun sintiendo calor, no les era tan insoportable, sin embargo, según yo, ese día me moría de calor.

No sé en qué parte te encuentras, pero aquí en Ponce, Puerto Rico, el calor está sobrepasando los 95 grados y aún no es verano. Con la emoción de la boda quería tomarme fotos y quería hacer estas fotos con CAFOs (órtesis), o sea quería una foto de pie (lesión T5), toda maquillada y peinada.

Con tanta emoción no tomé en consideración nuestro problema de control de temperatura, quizás no consideré el ejercicio que supone estar de pie. La respiración y el esfuerzo muscular acompañado de un traje y una temperatura de 92 grados no era una buena combinación para lo que había planificado.

Me pasa a menudo que no estoy consciente de cuanto calor tengo hasta que ya es insoportable y si estoy en una actividad como fue la de ponerme los CAFOs para poder tomarme una foto pues más distraída estuve. Terminé la foto, pude estar de pie y todo parecía como planificado, pero ya todo el calor de la actividad la tenía en el cuerpo casi incontrolable. Una mezcla de disreflexia autonómica y ganas de ir a una boda. Creo que un “feeling” que no volveré a tener.

La cosa es que ya con las medidas menos estrictas de la pandemia es normal que empecemos a salir, hacer compras, citas médicas, fiestas y otras actividades. Al salir nos exponemos al movimiento, a ejercitarnos inconscientemente y como nuestro sistema de sudoración cambió no estamos tan atento a las señales del cuerpo. Las temperaturas nos obligan a ocuparnos más de nuestra piel. Todo el año corremos el riesgo de sufrir lesiones por presión pero el calor produce humedad y la humedad puede hacer que tu piel se rompa más rápidamente.

Conocemos las precauciones básicas, siempre usar bloqueador y abstenerse de exposiciones directas al sol. Pero en actividades regulares y hasta dentro habitaciones, carros etc. también existen riesgos.

El truco está en mantener la piel limpia y seca. Inspecciona tu piel por lo menos una vez al día. Usa un espejo o pídele a alguien que te ayude. Si tienes mucho calor, ponle atención a las áreas que presentan llagas con mayor facilidad, como el pie o el talón, las caderas o los glúteos.

Busca estar en lugares frescos o en aire acondicionado. Báñate con frecuencia y asegúrate de limpiar y secar entre los pliegues de tu piel. Usa ropa liviana y siempre usa loción, no polvo.

No dejes que el calor se interponga en tus actividades. Pero si planifica y escoge a las que quieres ir. No vaya a ser que por una actividad no planificada o donde no tomes en consideración las altas temperaturas termines en una actividad tronchada o peor aún, con alguna quemadura o úlcera.

El calor me mareó, me cambió el humor y definitivamente me bajo las energías, pero no dejé de pasarla bien, me tomé mi foto de pie y disfruté con amigos uno que otro de esos bailecitos en silla de rueda.

Gretchelle Dilán, PhD vive en Puerto Rico con una lesión de la médula espinal. Ella es una psicóloga industrial y es la escritora de los blogs en español para la Fundación Reeve. Suscríbete a nuestros blogs en español para informarte sobre temas de interés como el empleo, la salud mental, la investigación, las experiencias diarias y más. Visita www.ChristopherReeve.org/Blog y haz clic en el tag “Español”.

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