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Cuidado de la piel

¿Qué es la piel?

piel es el órgano más extenso del cuerpo. Cubre por completo el exterior del cuerpo, con algunas aberturas para los ojos, los oídos, la nariz, la boca, la uretra, el recto y la vagina en las mujeres.

Es la principal protección del interior del cuerpo frente al mundo externo. Mantiene fuera cosas no deseadas como la suciedad y otros materiales, las bacterias, los virus, parásitos y hongos, soporta hasta una presión moderada y nos protege de las sustancias químicas y la radiación. La piel tiene una función fundamental en la regulación del cuerpo al mantener la temperatura a través del equilibrio de los líquidos del flujo de los vasos sanguíneos periféricos, la transpiración y las pilosidades del cuerpo. Sintetiza y mantiene los niveles de vitamina D en el cuerpo.

La piel también tiene capacidad sensorial; hay nervios en todas las partes de la piel que pueden ayudar a percibir calor, frío, tacto y dolor que provienen del mundo externo. La piel puede indicarle al cerebro si algo es molesto en el exterior del cuerpo, como la temperatura ambiente o demasiado sol que quema, así como dentro de la piel, como una erupción o piel de gallina. La piel enviará señales si uno tiene demasiado calor o demasiado frío, si algo que tocamos está demasiado caliente o frío o si algo nos lastima.

La sensación y las respuestas de la piel son controladas por el sistema nervioso autónomo (SNA), la parte del sistema nervioso que se regula sin que nosotros la controlemos. El SNA es automático. La piel le envía mensajes al cerebro a través del sistema nervioso periférico (SNP) (los nervios que hay por todo el cuerpo) a través de la médula espinal; el cerebro le envía mensajes al SNP a través de la médula espinal que regresan a la piel. No tenemos autocontrol del SNP: el cerebro lleva a cabo la regulación de la piel con base en mensajes que se envían hacia y desde él de forma automática.

La piel es un órgano que ayuda mediante la protección del cuerpo y el uso de la sensación. No tiene un movimiento controlado propio; sin embargo, es flexible para permitir el movimiento de los huesos y los músculos que contiene. La piel natural tiene cierto “don” propio que la adapta a la flexibilidad del cuerpo.

La piel está formada por dos capas. La epidermis es la capa externa, cuya parte superior vemos cuando miramos nuestra piel. La epidermis es una barrera que protege la capa interna de la piel, la dermis. La dermis contiene vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas (glándulas que producen oleosidad para mantener la piel humectada), folículos pilosos, fibras nerviosas y numerosos capilares pequeños.

Justo debajo de la piel hay tejido graso (adiposo) que ayuda a proteger los músculos que hay debajo de la capa grasa. Los músculos están junto a los huesos y se fijan a ellos mediante ligamentos. En los gráficos que siguen se puede ver la epidermis en la parte superior, la dermis con vasos sanguíneos, folículos pilosos y glándulas en la capa siguiente. La capa amarilla representa el tejido graso. La capa rosada representa los músculos y el rosado más claro son los ligamentos. Lo blanco es hueso.


Piel Saludable: piel oscura (izquierda) y piel clara (derecha).Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

Cualquier persona puede tener afecciones frecuentes en la piel. Las erupciones o dermatitis (derm=piel, -itis= inflamación) de todo tipo y por cualquier causa son sumamente frecuentes. Las erupciones pueden producirse por una irritación de la piel por orina, heces, lociones, ungüentos, jabón, champú, polen, transpiración o algo que se frote contra la piel. También pueden aparecer debido a algo que ingresa al cuerpo, como alimentos, bebidas, medicamentos o sustancias inhaladas. Una respuesta a la ansiedad o al estrés también puede producir una erupción. Algunas afecciones frecuentes de la piel son las siguientes:

Acné: aparece típicamente en el rostro o la espalda. Si necesita una cirugía en la espalda o la columna vertebral pero tiene acné severo, es posible que deba tratar el acné antes de la cirugía para evitar una infección interna.

Pie de atleta: es un hongo rojo que causa picazón y se presenta habitualmente entre los dedos de los pies; se produce por transpirar o usar el mismo calzado diariamente sin ventilarlo. En personas con lesiones de la médula espinal, el hongo puede aparecer entre los dedos de los pies y en los pliegues de la piel en otras partes del cuerpo.

Dermatitis atópica: es una erupción de larga duración que produce escamosidad y picazón. El eczema es un ejemplo de dermatitis atópica.

Callo: es un parche de piel engrosada que se forma típicamente porque algo fricciona contra el lugar, como un calzado que fricciona el talón; en las manos puede aparecer por el trabajo repetitivo, como impulsar una silla de ruedas, o en los codos por recostarse sobre ellos o por el roce de un aparato de asistencia. Al reducirse los movimientos, pueden formarse callos porque la piel no recibe estímulos para que se desprendan las células cutáneas viejas.

Dermatitis de contacto: se presenta después de tocar algo o de que algo nos toque y que genere una piel roja, con picazón o lastimada. Los equipos de asistencia o de posicionamiento pueden producir dermatitis de contacto.

Cáncer: puede ser benigno o maligno. Un cáncer de piel que rara vez pone en riesgo la vida es el carcinoma de células basales, que habitualmente se encuentra en la cabeza, el cuello o la espalda. El melanoma no es un cáncer de piel frecuente, pero es bien sabido que es maligno. La exposición excesiva al sol, debido a la reducción de la capa de ozono, puede dar lugar a un cáncer de piel. La falta de protección de la piel en lugares donde no se tiene sensibilidad puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de piel.

Eritema en la ingle o por el pañal: se presenta como respuesta a la orina o las heces sobre la piel. El uso de elementos cubiertos de plástico para retener los desechos del cuerpo no permite que el aire circule y crea un ambiente para que las bacterias se reproduzcan con o sin suciedad en la piel. Esto sucede tanto en adultos como en niños, en especial con el uso de apósitos para incontinencia, la higiene deficiente o en los pliegues de la piel, en especial mientras se está sentado.

Virus del herpes simple (VHS): incluye VHS-1, herpes labiales y ampollas febriles, y VHS-2, una enfermedad de transmisión sexual.

Herpes zóster o culebrilla: es una infección viral producida por la varicela latente. Es muy doloroso; se produce una erupción en la piel que sigue la ruta de un dermatoma (ruta de un nervio en el cuerpo) en tres días después del inicio de un dolor o una picazón. Hay vacunas que pueden reducir la incidencia de sufrir culebrilla o reducir el dolor o la duración del episodio.

Urticaria: es una erupción que aparece súbitamente por alérgenos o causas desconocidas.

Quemadura de sol: es una quemadura en la piel producida por la luz solar. Típicamente, la piel se pone roja, que es una quemadura de primer grado. Una quemadura de segundo grado es una erupción roja con ampollas. Se han observado quemaduras de sol de tercer y cuarto grado. La falta de protección de la piel en lugares donde no se tiene sensibilidad puede aumentar el riesgo de sufrir quemaduras de sol.

Psoriasis: es una zona roja que pica con la piel engrosada y parches plateados. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se presenta predominantemente en rodillas y codos. Algunas personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica.

Rosácea: es una erupción roja con vasos sanguíneos visibles que aparece en las mejillas, la nariz, la barbilla y, a veces, la frente. Afecta principalmente a mujeres de edad mediana, de piel clara, pero puede afectar a cualquier persona. No debe confundirse con cambios en los vasos sanguíneos del rostro relacionados con el alcoholismo en hombres y mujeres.

Sudoración

Debido a problemas del sistema nervioso autónomo, después de una lesión de la médula espinal el control de la temperatura corporal está afectado porque los mensajes para regularla no se comunican de manera efectiva. Las lesiones de la médula espinal pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura interna. Cuanto más alta sea la lesión, más estará afectada la regulación de la temperatura a través de la sudoración.

Algunas personas con lesión de la médula espinal presentan hiperhidrosis (HH) o sudoración excesiva. Puede suceder por motivos desconocidos, como un síntoma de disreflexia autonómica o por cualquier alteración del sistema nervioso autónomo o debido a una siringomielia, que es un quiste lleno de líquido posterior a la lesión en la zona de la lesión de la médula espinal. Los medicamentos para la disreflexia autonómica pueden reducir la transpiración excesiva. También se ha usado oxibutinina con resultados satisfactorios.

Otras personas con lesiones medulares encuentran que no pueden transpirar por debajo del nivel de la lesión; esto puede causar un sobrecalentamiento del cuerpo porque la capacidad de liberar sudor es la manera natural que tiene el cuerpo para enfriarse. Deben tomarse medidas para prevenir el sobrecalentamiento; eso puede incluir el uso de un acondicionador de aire, ventiladores, ropa fresca, sombra y sombreros de ala ancha.

Lesiones por fricción

En la piel pueden producirse lesiones por fricción y por cizallamiento. Es posible que conozca este tipo de lesiones como “quemaduras por fricción”. Se producen cuando la epidermis y la dermis se separan, en especial por la disminución de colágeno después de una lesión de la médula espinal. La mayoría de las veces se produce cuando se mueve el cuerpo (o una parte del cuerpo) arrastrándolo por una superficie en lugar de levantarlo y moverlo. Las lesiones por fricción y cizallamiento también pueden producirse con un equipo adaptado nuevo que frote repetidamente la piel. La fricción de la superficie no permite que la epidermis se mueva con la misma velocidad del cuerpo y entonces se rompe la delicada unión de las dos partes de la piel. Tomar el cuerpo y elevarlo al moverlo ayuda a prevenir las lesiones por fricción. Se deben hacer controles frecuentes de la piel con los equipos nuevos.

Callos

Los callos pueden formarse en los talones, las manos, los codos y las rodillas por la falta de capacidad para desprender las células cutáneas muertas. Gran parte del proceso de desprendimiento se produce cuando el cuerpo se mueve contra la ropa y el calzado. Si uno no puede darle movimiento a la piel, las células tienden a permanecer sobre el cuerpo y se reúnen en la forma de un callo. Los callos son secos y no tienen la elasticidad de la piel; se agrietan con facilidad, lo que puede causar dolor si se tiene sensación, disreflexia autonómica si hay disminución de la sensación y, además, puede crear una puerta de entrada para las bacterias.

La reducción de los callos debe hacerse con mucho cuidado. Reduzca el callo muy lentamente mojando la zona con agua y, después, “puliendo” la zona con una toalla o un trapo de lavar. Nunca lo reduzca con rapidez ni con un objeto afilado, ya que la piel debajo del callo se ha puesto blanda y se romperá fácilmente. Si el callo es grande y grueso, puede analizar el tratamiento con un podólogo.

Lesión por presión

spués de una lesión de la médula espinal, se producen cambios en la piel. El colágeno que le da fuerza a la piel ha disminuido junto con el suministro de sangre a la piel. También hay una reducción del tamaño de los músculos debido a la inmovilidad; esa masa muscular que desaparece es reemplazada por un aumento de la capa de grasa. La percepción de sensación también está reducida o ausente, según cuál sea el tipo de lesión de la médula espinal. Estos cambios pueden hacer que una persona sea más susceptible a presentar lesiones por presión.

Los cambios en la piel, el flujo sanguíneo, la composición muscular y la distribución de grasa, así como la sensación reducida a causa de una lesión de la médula espinal crean la escena para las lesiones por presión. Habitualmente, las prominencias óseas del esqueleto se apoyan sobre tejido muscular, lo que dispersa la presión por todo el músculo. A medida que el músculo adelgaza, tiene menor capacidad para dispersar la presión. El tejido graso aumenta y a medida que se agrega presión al tejido graso, se condensa y genera más presión sobre la zona ósea. Esta presión colapsa los vasos sanguíneos y la circulación se detiene. Cuanto más pequeños sean los vasos sanguíneos, como en los capilares diminutos de la piel, más rápido disminuye el suministro de sangre. La sensación le indicaría que moviera el cuerpo para abrir los capilares antes de que se dañara la piel, pero después de una lesión de la médula espinal, esa señal está reducida o ausente.

Las lesiones por presión reciben otros nombres: úlcera por presión, ruptura de la piel, escara por presión, escara de la cama o úlcera de decúbito. La lesión por presión comienza internamente, donde no se puede ver que empezó. El primer signo podría ser una mancha oscura, roja o cenicienta en la piel debido al colapso de vasos sanguíneos, la mayoría de las veces sobre una prominencia ósea o una zona de cartílagos. Suele haber una prominencia ósea en el extremo de un hueso donde tiene una protuberancia. Por ejemplo, se puede sentir con facilidad la protuberancia del hueso de la barbilla debajo de la piel o la del hueso del codo o la rodilla. La oreja y la punta de la nariz están formadas por cartílago, que es tejido flexible pero firme.

Zonas especialmente susceptibles a lesiones por presión:

Las imágenes anteriores aparecen por cortesía del Northwest Regional Spinal Cord Injury System (http://sci.washington.edu)

Las etapas de las lesiones por presión se determinan por el aspecto de la superficie de la piel. Es muy probable que la lesión sea mucho más profunda que lo que puede verse en el exterior del cuerpo.

  • Etapa 1: una zona pigmentada en la piel que puede ser dolorosa si se tiene sensación. El color puede variar según el tono de la piel: en una piel más oscura, puede verse azulada o violácea; en una piel más clara, la zona puede aparecer roja. Este es un signo de que se está formando la lesión por presión. La piel puede estar caliente o fría, firme o blanda. Puede haber edema en el lugar de pigmentación y más allá.

Lesión por presión- etapa 1: piel oscura (izquierda) y piel clara (derecha). Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

  • Etapa 2: la piel se ampolla o forma una lesión abierta. La capa superior de la piel (epidermis) puede estar abierta o removida. La lesión se extiende hacia la dermis. La zona alrededor de la lesión puede estar roja e irritada.

Lesión por presión- etapa 2. Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

  • Etapa 3: ahora la piel desarrolla un orificio abierto y hundido denominado cráter que se extiende hacia la capa de grasa del cuerpo. El tejido debajo de la piel está dañado; puede verse grasa corporal en la parte inferior del cráter. Es posible que haya parches de una sustancia blanca que podría ser infección o tejido en descomposición. Los bordes de la abertura pueden ser duros, con pigmentación más clara y redondeados hacia adentro. Esto se llama epíbole.
  • Lesión por presión- etapa 3 y lesión por presión- etapa 3 con epíbole (área de enfoque). Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

    • Etapa 4: la lesión por presión ha llegado al hueso. Puede haber daños en músculos y huesos y, a veces, en tendones y articulaciones.

    Lesión por presión- etapa 4. Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

      Hay otros dos tipos de lesiones por presión que no cumplen con una de las cuatro etapas.

      • Las lesiones “no clasificables en etapas” están cubiertas de piel muerta que es una sustancia de color amarillo, tostado, verde o marrón que se denomina escara. La escara dificulta la evaluación de la profundidad de la lesión. Puede ser necesario que un profesional médico la remueva, pero hasta que se la evalúa, evita que los gérmenes ingresen a la lesión, incluso aunque ya pueda haber infección en el interior de la lesión que la escara contiene. Es importante no retirar la escara; deje que el profesional médico determine el estado de la lesión por presión.

      Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

      • Las lesiones por presión que se desarrollan en el tejido en la profundidad debajo de la piel se denominan lesiones tisulares profundas. La zona puede estar de color púrpura oscuro o marrón y es posible que haya una ampolla llena de sangre debajo de la piel. Este tipo de lesión cutánea puede convertirse rápidamente en una lesión por presión de etapa 3 o 4.

      Lesión por presión- tejido profundo. Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

    Evaluación de una lesión por presión

    Usted es la primera línea de defensa para su piel. Inspeccione la piel en busca de erupciones, callos, zonas abiertas, cambios de pigmentación, cambios de temperatura (más fría o más caliente), cortes, desgarros, orificios o abrasiones. Si detecta algún problema que le parezca que no se pueda tratar de manera simple, no toque la zona y notifique al profesional de cuidados de la salud.

    El profesional de cuidados de la salud le hará un examen físico con evaluación completa de la piel. Se prestará especial atención a la zona con la posible lesión por presión. Podrían hacerse análisis de sangre para descartar la presencia de infecciones y evaluar la nutrición. Si la zona está abierta, es posible que se hisope la zona para evaluar en busca de infecciones en la lesión.

    Se le harán preguntas sobre sus actividades de la vida diaria, la capacidad para transferirse y girar, para levantar el cuerpo en lugar de arrastrarlo. Se evaluará la frecuencia en que libera la presión mientras está despierto o por la noche. Se evaluarán sus equipos para asegurar que brinden la dispersión de la presión, el apoyo y la protección necesarios para mantener la piel.

    Para algunas lesiones por presión donde no puede evaluarse la profundidad, se podría hacer una exploración con tomografía computarizada o resonancia magnética para visualizar el interior de la lesión; esto es especialmente importante para evaluar si la lesión ha invadido el hueso o está infectada.

    Es posible que el profesional de cuidados de la salud complete una “prueba de blanqueo” de la zona de pigmentación para evaluar el flujo sanguíneo. Puede que esta prueba no se haga si hay certeza de que se trata de una lesión por presión. La prueba de blanqueo solo puede hacerse una vez y a cargo de un profesional de cuidados de la salud. Pruebas de blanqueo adicionales no cambiarán los resultados pero agregarán más lesión a la zona. En esta prueba, el examinador aplica presión sobre la zona con un dedo una sola vez. Esto agrega presión, por lo que no deben hacerse numerosas pruebas. Si hay flujo sanguíneo, la zona se vaciará e inmediatamente se volverá a llenar con sangre (blanqueo). Si no hay flujo sanguíneo, no habrá cambio de color en la zona pigmentada.

    Blanqueable vs no blanqueable: blanquable (izquierda) y no blanquable (derecha). Usado con permiso del National Pressure Injury Advisory Panel 11/9/20

    Si se trata de una lesión por presión abierta, se hará una evaluación que incluirá la ubicación y el tamaño (longitud, ancho, profundidad). Se determinará la etapa de la lesión como se indicó antes. Se evaluará la base de la lesión, si está visible. También se tomará nota de otras características como olor, secreción, presencia de ampollas, descamado, escara, necrosis (tejido muerto), calidad de los bordes y dolor, aumento de la espasticidad o si hay disreflexia autonómica presente o aumentada debido a la lesión por presión. Se tomará una foto protegida de la lesión con cintas de medición. Estas evaluaciones estarán a cargo de su profesional de cuidados de la salud o una enfermera profesional en todas las visitas para monitorear su evolución.

    Algunas lesiones tienen sacos o túneles que no pueden verse debido a su posición dentro de la lesión. El profesional de cuidados de la salud puede usar un hisopo de algodón estéril para sondear la abertura en busca de sacos o vías que puedan ocultar bacterias o demorar la cicatrización.

    Tratamiento de una lesión por presión

    El tratamiento de las lesiones por presión es lento. Es posible que necesite asistencia de otra persona para hacer los cambios de vendajes o para que le ayude con las transferencias y las actividades de la vida diaria. Quizá pierda tiempo de trabajo o tiempo con la familia mientras la lesión esté cicatrizando debido a las restricciones con respecto a las presiones.

    Si la piel por encima de la lesión por presión no está abierta, el único tratamiento es mantener el área sin presiones. La zona de pigmentación debe resolverse con el paso del tiempo. Si primero observa un cambio en la pigmentación encima de una prominencia ósea, deberá mantener el área completamente libre de presión hasta que la pigmentación vuelva al color de piel habitual. Esto no es negociable. Significa que no puede tener ninguna presión sobre el área cuando esté acostado, sentado, ni ninguna otra presión por ningún motivo; ni para trabajar, para la escuela, para entretenimientos, higiene personal ni ninguna otra actividad. Deberán elaborarse alternativas para su programa diario. Si decide levantarse tan solo cinco minutos para cepillarse los dientes, habrá tirado por la borda todo esfuerzo de mantener el área libre de presión. Con frecuencia, si el cambio de pigmentación se detectó temprano, será cuestión de algunas horas para que el área vuelva al color normal. Cuanto más demore en liberar la presión, más tiempo tardará en resolverse la pigmentación.

    Las lesiones abiertas requerirán vendajes estériles para proveer la protección que la piel proveería naturalmente, así como evitar presiones sobre el área. Se debe realizar la limpieza con una solución de limpieza recetada o agua limpia. NO se recomienda el peróxido de hidrógeno porque destruye la granulación (formación de nuevas células) de la lesión. Algunas lesiones requerirán irrigación para limpiar todos los aspectos; para eso se podría usar una pera de goma o un dispositivo irrigador de baja presión. Se pueden aplicar medicamentos a una lesión abierta si lo indica el proveedor de cuidados de la salud.

    Si se deja que la escara cierre una lesión por presión, se puede evitar que las bacterias ingresen al lugar de la infección mientras cicatriza desde el lecho de la lesión hacia la piel. Algunas lesiones por presión se desbridarán espontáneamente usando el sistema inmunológico propio del cuerpo debajo de un vendaje hermético. Se pueden usar enzimas con cada cambio de vendaje para un desbridamiento ligero.

    Otras veces, se requiere mayor intervención para desbridar. Esto solo debe estar a cargo de un profesional de cuidados de la salud. En el proceso de desbridamiento, se usa un escalpelo o una sustancia química para remover la escara, el tejido necrótico o el tejido sin circulación. El desbridamiento agudo (con escalpelo) puede hacerse en el consultorio médico con anestesia tópica o local en el área o en una sala de operaciones con anestesia general o local. La terapia con larvas también ha sido satisfactoria para limpiar lesiones por presión.

    Las lesiones abiertas habitualmente requieren compresas ligeras para cicatrizar correctamente. Las lesiones por presión deben cicatrizar desde la parte inferior de la lesión hacia la superficie y el cierre de la piel es la fase final. El motivo de esto es que la tarea de la piel es cerrarse para proteger al cuerpo, pero si se cierra demasiado pronto y el lecho de la lesión todavía no ha cicatrizado, puede formarse un saco que quizá vuelva a abrirse o que se convierta en una infección supurante cerrada. A medida que cicatriza el lecho de tejido, se usan menos compresas. Si hay túneles dentro de la lesión, se deben colocar compresas en ellos para que cicatricen. A veces, la compresa puede contener medicamentos o se coloca húmeda dentro de la lesión. Cuando se seca, el material de la compresa se retira y puede producir un desbridamiento adicional de la lesión.

    Algunas lesiones requieren terapia para heridas con presión negativa (NPWT, por sus siglas en inglés). Se trata de un dispositivo que agrega una succión a baja presión a la lesión y extrae secreciones. Hay un equipo eléctrico motorizado que puede colocarse junto a la cama o sobre la silla de ruedas. Se necesita una autorización especial del seguro para este tratamiento.

    La estimulación eléctrica puede ayudar a la cicatrización en lesiones por presión en etapa 3 o 4, ya que puede contribuir a aumentar el flujo sanguíneo para aumentar capilares, oxigenación y granulación de los tejidos.

    El oxígeno hiperbárico es un tratamiento que a veces se ofrece para las lesiones por presión. Todo el cuerpo o la parte del cuerpo que tiene una lesión por presión se coloca en una cámara que suministra 100 % de oxígeno bajo cierta presión. Se piensa que el oxígeno acelera la cicatrización.

    En algunas lesiones en etapa 3 o 4 se realizan cierres quirúrgicos. Antes de la cirugía, se deben evaluar el estado nutricional y eliminar las infecciones. La cirugía extirpa la zona de la lesión por presión que no cicatriza y puede incluir la reducción de la prominencia ósea. Se rota un colgajo de músculo sano a la zona de la lesión para proveer amortiguación y flujo de sangre. Para cerrar la piel, se rota piel sana por encima del sitio quirúrgico. Habitualmente, el paciente firma un contrato de que permanecerá en cama, sin presión sobre la zona quirúrgica durante seis meses o hasta un año con el fin de que la zona cicatrice. Después, volverá el momento de sentarse gradualmente durante cinco minutos, revisar la zona, mantenerla sin presiones durante varias horas y repetir. Este es un proceso enorme que requerirá su compromiso total para tener éxito.

    Septicemia. Las lesiones por presión que están infectadas en el tejido, el hueso o ambos pueden volverse sépticas. Esta es una infección que se propaga por todo el cuerpo y afecta a órganos importantes. Puede ser fatal si no se la trata o no se la trata de inmediato; es una situación para llamar al 911 o para acudir a la sala de emergencias. Los síntomas de sepsis incluyen los siguientes (pueden estar todos o solo algunos):

    • Presencia de infección o posible infección
    • Temperatura elevada, de más de 38.30 °C o 101.30 °F
    • Ritmo cardíaco rápido, de más de 90 latidos por minuto
    • Frecuencia respiratoria rápida, de más de 20 respiraciones por minuto

    Pueden estar presentes estos otros síntomas:

    • Confusión o coma
    • Edema, en especial en las extremidades, el cuello o el rostro
    • Azúcar en sangre elevada sin diabetes
    • Temperatura baja inferior a 36 °C o 97 °F

    Abundan tratamientos obsoletos para las lesiones por presión. Quizá alguien se los recomiende, pero han sido descartados y actualmente no se los usa.

    Masajes para estimular el flujo sanguíneo. No es cierto: los masajes en una lesión por presión implican más presión y causan más daño o contradicen el trabajo saludable para lograr la cicatrización. Algunas personas añaden el uso de alcohol para estimular el flujo sanguíneo durante los masajes. Eso también es agregar presión y la fricción con alcohol no hace nada para mejorar el flujo sanguíneo.

    Almohadones en forma de arandela. No es cierto: la arandela forma un anillo de constricción alrededor de la lesión por presión y disminuye el flujo sanguíneo hacia el área afectada.

    La miel de abeja se ha usado de a ratos con la idea de que el contenido de azúcar ayuda para la cicatrización de la lesión de presión. Hay cierta evidencia de que realmente tiene un efecto positivo, pero debe ser miel de calidad medicinal, no de la colmena del vecino. También se aplica sobre la lesión por presión (no se la come) para obtener efectos de cicatrización.

    La amputación no es el tratamiento para las lesiones por presión; una excepción podría ser una infección en el hueso que se esté desplazando por todo el cuerpo. Librarse de una lesión por presión puede llevar largo tiempo, pero realmente se logra. La mayoría de las veces no es una lesión que requiera amputación.

    Mantenimiento de la piel después de una lesión de la médula espinal

    Alarmas. Fijar recordatorios para liberar la presión es una herramienta valiosa para mantener un programa de liberación de presión. Pueden buscarse claves en los dispositivos de alarma, como teléfonos inteligentes, otras aplicaciones y relojes. También se pueden usar claves ambientales, como hacer un alivio de presión en cada ciclo de comerciales de televisión o cuando el reloj suena cada hora.

    Lavado de manos. Mantener las manos limpias ayuda a reducir la propagación de infecciones a su cuerpo y el de otras personas. Lávese las manos con frecuencia con agua tibia y jabón; con fricción entre las manos, durante 20 segundos o el tiempo necesario para cantar el Feliz Cumpleaños o decir el alfabeto dos veces. Las manos tocan durante el día muchos objetos que pueden tener gérmenes que se propagarán a su cuerpo cuando usted se toque el rostro o manipule el catéter. El lavado de manos debe hacerse antes y después de las tareas de higiene personal.

    Hidratación. Mantener líquido en el cuerpo hace que el cuerpo se mantenga funcionando bien. Esto incluye agregar humectación a la piel. Por la pérdida de colágeno después de una lesión de la médula espinal, el líquido adicional puede ayudar a hidratar el cuerpo y a mantener la piel humectada desde adentro. Puede que tenga restricciones para los líquidos debido a su programa de cateterización intermitente, por problemas cardíacos o por algunos tipos de edema. El mejor líquido para hidratarse es el agua; el agua se usa en todo el cuerpo. Otros líquidos deben usarse con moderación. El alcohol deshidrata el cuerpo y deja menos líquido para las células de la piel. Las bebidas azucaradas y saladas suministran un exceso de azúcar o sal y modifican la capacidad de las células del cuerpo para metabolizar. Asegúrese de revisar las etiquetas de las bebidas para ver el contenido de azúcar y sal antes de tomarlas.

    Higiene. Mantener limpio el cuerpo previene la acumulación de bacterias y virus sobre la superficie de la piel y reduce la posibilidad de que los gérmenes ingresen al cuerpo. Lávese el cuerpo con agua tibia y un jabón suave. Enjuague minuciosamente. La fricción al lavar el cuerpo ayudará a retirar gérmenes, a estimular la circulación y a quitar las células epiteliales viejas.

    El baño debe realizarse de arriba hacia abajo o el rostro primero y después bajar por el cuerpo. Los genitales seguidos del pliegue glúteo se lavan al final. Una loción emoliente puede humectar el exterior de la piel. Hay numerosos productos que pueden usarse para el baño; algunas personas necesitan un jabón más suave y otras prefieren jabones más fuertes o antibacteriales. Los productos pueden ser irritantes para algunas personas; tenga cautela con los productos que prueba, en especial los que le causen una erupción en la piel.

    Humectación. El agregado de una loción emoliente a la piel puede humectar el exterior del cuerpo.

    Callos. Donde la piel se usa mucho, habitualmente aparecen acumulaciones de piel muerta, seca. Esa piel puede acumularse al no ser desprendida por el calzado por no caminar, en las manos por el uso excesivo al impulsar una silla de ruedas o por una férula o soporte que roce la piel. El callo se seca y agrieta con el paso del tiempo y permite el ingreso de bacterias. Reduzca el callo muy lentamente mojando la zona con agua y, después, “puliendo” la zona con una toalla o un trapo de lavar. Nunca lo reduzca con rapidez ni con un objeto afilado, ya que la piel debajo del callo se ha puesto blanda y se romperá fácilmente. Si el callo es grande y grueso, puede analizar el tratamiento con un podólogo.

    Dejar de fumar. La nicotina y otras sustancias que contienen los cigarrillos, los cigarrillos electrónicos, los cigarros, las pipas, los vapeadores y los inhalantes se fijan a los glóbulos rojos y ocupan el lugar del oxígeno. Cuando se inhala nicotina u otras sustancias, se le roba al cuerpo el oxígeno que necesita para funcionar. Esto incluye la piel. Hable con un profesional de cuidados de la salud sobre tratamientos para dejar de fumar. Si lo ha hecho antes, vuelva a intentarlo. Es posible que tenga éxito.

    Nutrición. Tener una dieta sana y bien equilibrada es crucial para mantener el cuerpo, incluida la piel. Lo que se necesita en particular para mantener la piel y cicatrizar una lesión por presión son calorías (o energía), proteínas, micronutrientes (zinc, vitamina C, vitamina A y hierro) y líquidos. Es probable que su requerimiento calórico haya cambiado después de la lesión medular y que pueda requerir menos calorías debido al menor movimiento del cuerpo, la disminución de la función de los intestinos o el aumento de las calorías debido a la espasticidad. Es posible que necesite nutrientes adicionales para cicatrizar una lesión por presión. Las proteínas son necesarias para desarrollar músculos y para el funcionamiento del cuerpo. Los micronutrientes ayudan al rendimiento del cuerpo. Cada persona tendrá necesidades individualizadas, por lo que es necesario consultar a un dietista. Una evaluación nutricional puede ayudar a determinar sus necesidades específicas. La información sobre la composición del cuerpo que brindan los análisis de sangre ayudará a evitar el exceso de medicamentos con nutrientes que ya estén en cantidades correctas en el cuerpo.

    Control del peso. Mantener el peso puede resultar difícil después de una lesión de la médula espinal. Algunas personas necesitan más calorías y otras menos. Estar demasiado delgado puede aumentar el riesgo de tener una lesión por presión ya que los músculos podrían no tener suficiente carne como para dispersar la presión desde el interior del cuerpo, incluso aunque use superficies que reduzcan la presión. Otras personas con demasiado peso podrían estar aplicando presión sobre la grasa del cuerpo que se compacta y no dispersa la presión. Las personas con una lesión de la médula espinal pueden interpretar que el estómago sobresaliente es grasa, cuando en realidad se debe a que los músculos abdominales están laxos.

    Ejercicio. Se debe agregar movimiento a las partes del cuerpo por debajo del nivel de la lesión de la médula espinal, además de las partes del cuerpo por encima de la lesión. Para asegurarse de que todas las partes del cuerpo tengan movimiento, practique con suavidad ejercicios de capacidad de movimiento. Eso estimula el flujo sanguíneo y ayuda a alimentar la piel, genera liberación de presión y mejora las funciones corporales en general. Si no puede mover el cuerpo, haga que un cuidador lo mueva por usted. Si decide participar en ejercicio más agresivo, observe si todas las partes del cuerpo estarán involucradas. De no ser así, agréguelas a su programa de ejercicios.

    Inspección. Examínese todo el cuerpo como mínimo dos veces al día (después de una noche en la cama y al finalizar todo un día sentado). La inspección de la piel debe ser más frecuente si tiene un cambio en el estado de salud o usa equipos o dispositivos nuevos. Si no puede ver algunas zonas del cuerpo, use un espejo con mango largo o tome una foto confidencial con el teléfono. Monitoree en busca de cualquier cambio de pigmentación que podría indicar el desarrollo de una lesión por presión o cambios en la piel que podrían ser una erupción, cambio en la oxigenación (como un tono azulado en los dedos de las manos o de los pies o en los labios) u otros cambios en la piel. Esta es una tarea que le pertenece a usted, el dueño de su piel. Los cuidadores cambian o se enferman; es crucial que usted sepa qué está sucediendo con su propio cuerpo.

    Superficies que reducen la presión. Asegúrese de estar usando superficies en la cama y los asientos que le protejan todo el cuerpo (incluida la cabeza) en cualquier lugar donde la sensación esté reducida. Las superficies vienen de muchos tipos, pero el objetivo es que dispersen la presión en lugar de condensarla.

    Hay muchos tipos de superficies que se usan para distintas circunstancias. Las de apoyo para la cama típicamente tienen la longitud del cuerpo, pero omiten el apoyo en la zona de la cabeza. En cambio, se usan almohadas u otras superficies para reducir la presión usan debajo de la cabeza porque generalmente las personas tienen sensación allí. Los asientos podrían incluir una superficie para sentarse y una para la espalda, dependiendo del nivel de la lesión. Pueden seleccionarse apoyacabezas, apoyabrazos y apoyapiernas según sea necesario.

    Los equipos para dispersar presión pueden ser de espuma de grado médico (no la que venden en la tienda de artesanía, que no dispersa la presión) o gel. Pueden estar llenos de aire, de líquido, ser alveolados o tener cámaras para que el aire fluya de un punto a otro del dispositivo y permita menos presión debajo de las prominencias óseas. Los dispositivos mecánicos que cambian la presión automáticamente también están en esta categoría. La selección de las superficies que reducen la presión debe hacerse con la orientación de un profesional de cuidados de la salud y un terapeuta para obtener lo que se adecua mejor a su caso.

    Es de observar que estos equipos “reducen” la presión, no la eliminan. No existe ningún dispositivo que elimine toda la presión; igualmente se deben hacer liberaciones de presión.

    Las almohadas y la espuma de artesanía comprimen y aumentan la presión; son útiles para mantener el cuerpo en una posición, pero agregan presión debajo de las superficies óseas. No debe haber nada más que la ropa entre usted y el equipo para reducir presión.

    Mapa de presión. Se puede usar un dispositivo para mapear la presión con el fin de determinar cuán bien la superficie para reducir presión está funcionando con su cuerpo. El dispositivo se superpone entre usted y la superficie para reducir la presión que se está evaluando. Una imagen muestra cuánta presión hay sobre sus prominencias óseas cuando se está usando el dispositivo para reducir la presión. El color azul o verde está bien, el rojo o el anaranjado indica que no se está dispersando suficiente presión. Estos no son dispositivos que se usen todos los días, sino herramientas de evaluación que pueden revisar el estado de su equipo actual o de dispositivos nuevos.

    Liberaciones de presión. Para evitar lesiones por presión, debe realizar liberaciones de presión cada 10 o 15 minutos durante 60 segundos mientras está despierto. Esas liberaciones incluyen sostener el cuerpo fuera de la superficie de asiento, inclinarse de un lado al otro, de atrás hacia adelante o usar la función de reclinación de la silla eléctrica. Esto permite que la circulación fluya sin ser interrumpida por la presión. En la cama, es necesario girar cada dos horas o menos. Si está comenzando una lesión por presión, como puede verse por un cambio de pigmentación en la piel, mantenga esa zona sin presión hasta que el cambio de pigmentación se haya resuelto.

    Posicionamiento. Mantener la alineación del cuerpo es fundamental para que el cuerpo mantenga la mayor funcionalidad posible. Se trata de colocar el cuerpo en la posición que estaría en un estado anatómico natural. Esto ayuda con la respiración, la digestión y el flujo sanguíneo, pero también puede ayudar a prevenir lesiones por presión. La posición correcta es la forma natural en que el cuerpo quiere estar para mantener la salud; coloca al cuerpo en su estado más funcional. Debe mantenerse un posicionamiento cuidadoso al estar acostado o sentado.

    Cizallamiento. Para moverse, eleve el cuerpo en lugar de arrastrarlo por las superficies. Esto elimina el cizallamiento o la separación de la epidermis y la dermis. El cizallamiento puede ser una zona enrojecida o la epidermis puede separarse y dejar una zona abierta en la piel. Incluso una zona abierta apenas en la capa superior de la piel permite que las bacterias ingresen al cuerpo. También puede desencadenar una respuesta de dolor o de disreflexia autonómica (DA).

    Arrugas. Asegúrese de que toda la superficie donde haya presión sobre su cuerpo esté libre de arrugas. La ropa, los equipos urinarios, los dispositivos adaptados u otras obstrucciones pueden causar presión sobre la piel, haya o no una prominencia ósea. Alisar las sábanas y la ropa mantiene segura la piel.

    Suavidad. Algunas personas se vuelven rudas en el tratamiento de sus cuerpos, mayormente debido a la falta de sensaciones. Todos estamos apurados y arrojar partes del cuerpo sobre la cama o sobre una silla se vuelve un hábito. Sea cuidadoso con su cuerpo. La suavidad puede evitar muchos problemas de desgarros, cizallamiento, hematomas, desarrollo de lesiones por presión, fractura de huesos y trombosis venosa profunda (TVP). Quizá tenga menos sensación, pero el cuerpo sigue reaccionando a las lesiones y al dolor de otras maneras.

    Centros de atención de heridas. Son expertos en la curación de lesiones por presión. Si le preocupa una lesión por presión, no deje de consultar con los expertos en un centro de atención de heridas para recibir el tratamiento más actualizado para su lesión.

    Recuperación de una lesión por presión

    La zona de una lesión por presión cicatrizada es muy frágil. La piel tiene una elasticidad natural propia. Es un pequeño “don” que tiene la piel para adaptarse a la presión y al movimiento. La piel de una lesión por presión cicatrizada es básicamente una costra sin elasticidad. Incluso aunque la lesión por presión haya sido cerrada quirúrgicamente, esa piel no está acostumbrada a la presión. La piel cicatrizada o reparada tiene más probabilidad de volver a formar una lesión por presión. Una vez que la lesión por presión se resuelve, comienza la tolerancia a la presión. Esto empieza acostándose o sentándose sobre la zona durante no más de 5 minutos y, después, estar fuera de la zona durante un mínimo de dos horas. Si no hay cambios de pigmentación, el tiempo de presión sobre la zona se aumenta gradualmente. Cada sesión de presión debe evaluarse para detectar cambios de pigmentación. El proceso continúa hasta que se llega a un tiempo con presión normal. Se deben hacer liberaciones de la presión para acomodar la presión incluso aunque se usen equipos para dispersar la presión.

    La piel sobre la lesión por presión tiene menos elasticidad y, por lo tanto, la zona será más susceptible a futuras lesiones por presión. Esté alerta al monitorear la zona.

    Rehabilitación

    Se debe mantener un monitoreo permanente de toda la piel debido a la disminución de sensaciones después de una lesión de la médula espinal. Es necesario mantener la piel sana para tener una vida sana. Los profesionales que participan en el cuidado de las personas incluyen:

    Fisiatra. El líder médico de su equipo. Este doctor que se especializa en medicina física y rehabilitación indica los cuidados necesarios para su situación de cuidados de la salud. Es posible que asuma el cuidado de su lesión por presión o que consulte con otros profesionales.

    Doctor de cuidado de heridas o cirujano plástico. Los doctores de cuidado de heridas y los cirujanos plásticos son profesionales médicos especializados en el cuidado de las lesiones por presión. Esto no significa que usted necesite cirugía, sino que este especialista médico le recetará el tratamiento necesario para curar su lesión.

    Enfermera de cuidado de heridas. Una enfermera registrada con capacitación especial que proveerá el tratamiento y los cambios de vendajes necesarios para curar su lesión. Esta persona observará la lesión por presión para detectar mejoras y actuará si la cicatrización se retrasa. También le enseñará a usted o a un cuidador cómo cambiar el vendaje de la lesión en casa. Evaluará sus equipos para proveer dispersión de la presión.

    Fisioterapeuta. En algunos lugares del país, los fisioterapeutas han asumido las tareas del cuidado de las lesiones por presión. El fisioterapeuta puede brindar tratamiento para la lesión y pedir equipos, así como enseñarle técnicas de movimiento para evitar otras lesiones.

    Enfermero a cargo del caso del seguro. La compañía de seguros le proveerá una persona que lo ayude con las necesidades de cuidados de la lesión por presión. Es la misma persona que asignó el responsable de los pagos por su atención por la lesión de la médula espinal. Trabajará con usted para conseguirlos equipos y los tratamientos necesarios para que se resuelva su lesión por presión.

    Dietista. Después de una lesión de la médula espinal, el dietista lo ayuda para asegurarse de que conozca las necesidades nutricionales de su cuerpo para estar sano. EL dietista lo puede ayudar con la ingesta calórica que necesitará y con los nutrientes que deban aumentarse para la cicatrización de su lesión por presión.

    Psicólogo. Tener una lesión por presión largo tiempo afecta la vida de muchas maneras. El psicólogo lo ayudará a desarrollar estrategias para lidiar con un problema crónico.

    Orientador vocacional. Puede ser necesario hacer cambios en su vida laboral durante un tiempo indeterminado, en especial si está en casa con reposo en la cama. El orientador vocacional puede trabajar con su empleador para asegurarse de que su empleo continúe o para ayudarle a desarrollar nuevas habilidades.

    Investigaciones

    El estudio de la piel y de las lesiones por presión es muy amplio. Se están investigando problemas de la piel en las áreas de fisiología (cómo funciona la piel), así como enfermedades de la piel como erupciones y cicatrización de la piel. La piel artificial es objeto de interés para lesiones por presión grandes y abiertas que se pueden cubrir para promover la cicatrización y reemplazar la barrera natural de la piel ante las infecciones. Esto es especialmente importante en el tratamiento de quemaduras y heridas del tipo de las lesiones por presión. La investigación sobre la piel es evidente en el contexto de laboratorio y clínico, como en dermatología, cirugía plástica y reconstructiva, rehabilitación física, enfermería y fisioterapia, entre otros.

    Las lesiones por presión son una amplia área de investigación. Las estrategias de prevención y técnicas que incluyen nutrición, hidratación, liberaciones de presión, equipos de dispersión de presión y mejora del flujo sanguíneo son la clave para evitar las lesiones por presión. Recientemente se revisaron las pautas con respecto a las etapas de las lesiones por presión con base en las evidencias (investigaciones) actuales. Los tratamientos para cicatrizar lesiones se consideran y vuelven a revisar a medida que los cuidados de la salud avanzan.

    Las investigaciones específicas de tratamientos para las lesiones por presión incluyen la terapia con citocinas y factor de crecimiento (p. ej. factor de crecimiento recombinante derivado de plaquetas humanas (rhPDGF), factor de crecimiento básico de fibroblastos), terapias con base en células (plasma rico en plaquetas, suministro de células madre autólogas) y mejoras en la tecnología de superficies para alivio de presión (p. ej. tecnología de inmersión en líquidos).

    Se han investigado estrategias educativas para individuos, familias, enfermeros y otros profesionales de cuidados de la salud para una mejor práctica. Se enfatizan distintos puntos educativos para el contexto de la comunidad, el contexto del hospital de cuidados intensivos y críticos y, especialmente, en el hospital de rehabilitación.

    Igualmente, con toda la investigación en fisiología, prevención y tratamiento, las lesiones por presión se siguen produciendo. A menudo se producen incluso con el mejor de los cuidados. Buscar la solución a la prevención total a través de necesidades humanas y problemas mecánicos está mejorando pero todavía no se ha logrado. Dado que los problemas de la piel y las lesiones por presión atraviesan numerosas cuestiones de cuidados de la salud, incluidas las lesiones de la médula espinal, la investigación es compartida entre profesionales médicos.

    Hechos y cifras sobre las lesiones por presión

    Según la Collaborative Healthcare Patient Safety Organization, en los EE. UU. las lesiones por presión adquiridas en hospitales (HAPI, por sus siglas en inglés) afecta a 2.5 millones de pacientes. Las lesiones por presión producidas por dispositivos comprenden aproximadamente un 30 % del total de lesiones por presión.

    La incidencia de lesiones por presión en individuos con lesiones de la médula espinal es del 25 al 66%. Cuanto más alto es el nivel de la lesión, mayor es la incidencia de lesiones por presión.

    En todo el mundo, 1 de cada 5 individuos con lesiones de la médula espinal desarrollará una lesión por presión.

    Las zonas más frecuentes afectadas por lesiones por presión son el sacro (en la parte superior del pliegue gluteal, caderas) y el isquio (huesos en la parte inferior para sentarse).

    El costo de una lesión por presión de grosor completo se estima en $70,000 con un total de $11 mil millones anuales.

    Las lesiones por presión son la causa del segundo número más alto (17,000) de demandas médicas por año.

    Hay 60,000 muertes por año que se atribuyen directamente a lesiones por presión.

    Video: Cuidado de la piel

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    Video: Alivio de la presión

    Las siguientes son algunas maneras para mover el cuerpo en la silla y permitir que la piel respire y se prevengan lesiones por presión.

    Recursos para el consumidor

    Si necesita más información sobre el cuidado de la piel o tiene una pregunta específica, nuestros especialistas en información están disponibles de lunes a viernes de 9am a 5pm ET, 800-539-7309 (línea gratuita dentro de los EE. UU.) o 973467-8270 (internacional).

    Adicionalmente, la Fundación Reeve mantiene una hoja informativa sobre el cuidado de la piel con recursos adicionales de fuentes confiables. Chequee nuestro repositorio de hojas de información sobre cientos de temas como los recursos disponibles su estado/ país o enfermedades secundarias de la parálisis. Descargue nuestro folleto sobre las Lesiones por presión y el cuidado de la piel.

    Le recomendamos que se contacte con grupos de apoyo y organizaciones, incluyendo:

    • Centro de Traducción de Conocimientos de los Sistemas Modelo (Model Systems Knowledge Translation Center), ofrece hojas de datos sobre varios temas, incluyendo el cuidado de la piel. Haga clic en Español en el botón superior.
    • Familydoctor, para más información sobre las causas y los síntomas de las lesiones por presión.
    • MedlinePlus, tiene 750 temas en enfermedades, trastornos y bienestar. MedlinePlus reúne la información autoritativa de la Biblioteca Nacional de Medicina, los Institutos Nacionales sobre la Salud, y otras agencias gubernamentales y organizaciones relacionadas a la salud.

    ​BIBLIOGRAFÍA ADICIONAL

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