COVID-19 y lesiones de la médula espinal
Coronavirus y las lesión de la médula espinal
Esta información se actualizó en febrero de 2023. Consulte: Centers for Disease Control and Prevention (CDC) website (sitio web de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, por sus siglas en inglés) para obtener información actualizada de última hora.
En 2019 se descubrió un nuevo virus. Como es único y no existía anteriormente, se le llamó virus nuevo. Esta cepa específica del virus, aunque es nueva, pertenece a una familia de virus llamada SARS (síndrome agudo respiratorio severo). En febrero de 2003, SARS-CoV (síndrome agudo respiratorio severo – relacionado con COrona Virus) se propagó por todo el mundo. Posteriormente se le puso un nombre más corto: SARS.
COVID-19 es el nombre abreviado de COrona (CO) Virus (VI) y Enfermedad (D, por su inicial en inglés), que se descubrió en 2019 o COVID-19. El COVID-19 es como los demás virus. Un virus tiene un propósito en la vida y es el de sobrevivir. Se multiplica y muta (altera su estructura) para poder seguir viviendo. Cambia de forma para permanecer vivo. Por lo tanto, los virus pueden resultar difíciles de tratar. Las personas que tienen un virus contagian porque el virus desea propagarse para continuar viviendo.
Los virus se comportan de cierta manera. Son extremadamente pequeños, lo que facilita su entrada en las células del cuerpo. Un virus no es una célula, sino proteína rodeada de una piel externa con púas llamada envolvente. Una vez que se encuentra dentro de una célula del cuerpo, el virus sustituye el proceso de duplicación natural de la célula con el proceso de duplicación del virus. La célula deja de reproducirse y en vez de ello, reproduce el virus. Entonces puede viajar por todo el cuerpo y propagarse fácil y rápidamente dentro de nosotros. Los virus no tienen curación sino que se desarrollan vacunas que destruyen el virus en el cuerpo o impiden que el virus entre en la célula.

El nombre que se le dio a este virus de 2019 es Corona porque al mirar el virus con un microscopio, su superficie con púas se asemeja a las espinas de una corona porque la proteína de púas se adhiere a las células humanas para infectarlas y estas proteínas con púas son esenciales para el COVID-19.
El virus del COVID-19 se propaga rápidamente. Se transmite de una persona a otra mediante pequeñas gotas del sistema respiratorio que salen del cuerpo por medio de la tos o de la saliva de una persona infectada, y se dirigen a las membranas mucosas de otra persona. Las membranas mucosas son aperturas húmedas como las del ojo, las fosas nasales, la boca, los genitales o el recto. El virus puede flotar en las corrientes de aire y pasar de una persona a otra, vivir en las superficies que las personas tocan posteriormente, y propagarse mediante contacto directo como el tacto, los besos, el habla, la respiración, la tos u otro tipo de contacto físico.
Cuando una persona entra en contacto con la pequeña gota contaminada ya sea respirándola o tocando el virus con una membrana mucosa, el virus entra en el cuerpo. Las personas que contraen el COVID-19 tienen una variedad significativa de síntomas en el transcurso de la enfermedad. Algunas personas son asintomáticas (no tienen síntomas), tienen síntomas no severos (pueden manejarlos en casa), o tienen síntomas respiratorios o sistémicos severos (requieren hospitalización o cuidados intensivos). Se calcula que más del 90% de las personas que tienen COVID-19 se recuperan sin necesidad de atención médica avanzada.
Qué sucede cuando el COVID-19 entra en el cuerpo
Las membranas mucosas, superficies húmedas que se encuentran en las aperturas del cuerpo, le dan acceso al COVID-19. Si una pequeña gota de COVID-19 entra en el cuerpo, favorece al sistema respiratorio porque hay muchos receptores de ACE-2 (enzima 2 que se convierte en angiotensina) en las células. Los receptores ACE-2 son proteínas que le dan fácil acceso al COVID-19 a las células. La púa del virus del COVID-19 se adhiere al receptor ACE-2 y entra en la célula del cuerpo. Hay muchos receptores ACE-2 a nivel profundo en los pulmones y por eso el COVID-19 afecta la respiración de forma tan severa. Asimismo, por el hecho de que hay receptores ACE-2 en otras partes del cuerpo, el COVID-19 puede afectar las arterias, el corazón, los riñones y los intestinos.
El COVID-19 afecta al cuerpo activando el sistema inmunológico que está controlado por el sistema nervioso autónomo. El sistema inmunológico es la parte del cuerpo que responde a las bacterias, a los virus y a los hongos. El sistema inmunológico percibe los virus mediante sustancias que luchan contra la infección, que incluyen los glóbulos blancos y las citocinas, pequeñas proteínas naturales que viajan en la sangre e impiden que los virus entren en las células del cuerpo. Le indican al cerebro mediante el sistema nervioso autónomo de la presencia de un invasor o de un patógeno.
El sistema nervioso autónomo hace que el cuerpo produzca anticuerpos naturales que son proteínas producidas por los glóbulos rojos para capturar y liberar al organismo de patógenos cuando estos se detectan. El cuerpo produce anticuerpos naturales. Muchas veces, este aumento adicional de anticuerpos es necesario para ayudar a luchar contra la infección de manera rápida y eficaz.
Si el virus se multiplica demasiado rápido y el sistema nervioso autónomo no logra detenerlo, entonces se propaga la infección. El sistema nervioso autónomo puede verse afectado por una lesión en la médula espinal, provocando una respuesta lenta en la detección de la infección o lentitud en la capacidad de producir anticuerpos naturales para controlarla. El COVID-19 es un virus que afecta al sistema respiratorio, pero el virus continúa duplicándose por todo el cuerpo, afectando a todos los órganos principales especialmente si el sistema nervioso autónomo no puede responder de manera eficaz o rápida. Las personas afectadas por una lesión en la médula espinal tienen un mayor riesgo de que el virus entre por la uretra o por el recto durante el aseo personal.
Otros órganos importantes del sistema inmunológico son el sistema linfático y el bazo. El sistema linfático es la sección principal del sistema inmunológico que se encarga del desecho. Los ganglios linfáticos se localizan en todo el cuerpo. Atrapan a cualquier invasor externo en el cuerpo y lo neutralizan utilizando los glóbulos blancos, en especial los llamados leucocitos. Los leucocitos se producen en la médula ósea. Cuando hay una infección, podrá notarse una protuberancia cerca de la zona afectada. Probablemente se trate de un ganglio inflamado que está haciendo lo necesario para matar lo que está dañando al cuerpo.
El bazo se encuentra bajo las costillas, abajo del pulmón del lado Izquierdo del cuerpo. El bazo filtra la sangre para destruir el material extraño. También almacena los patrones de los anticuerpos naturales hasta que se necesiten. Una vez que se ha documentado un patógeno dentro del cuerpo, el bazo almacena la información que se utilizará en caso de que el patógeno vuelva a aparecer.
En caso del COVID-19, como sucede con otras infecciones que se propagan con rapidez, hay un desequilibrio en el sistema inmunológico, en especial entre la disminución de las células T (que luchan contra los patógenos) y la producción de demasiadas citocinas. Esto produce un síndrome de “tormenta de citocinas” (CSS, por sus siglas en inglés) o demasiadas citocinas en el cuerpo a la vez. Las citocinas ayudan a eliminar la infección del cuerpo pero en el caso de CSS, se producen demasiadas citocinas y estas empiezan a destruir también el tejido sano. Esta tormenta de citocinas se desarrolla en los casos más severos de COVID-19.
Algunos efectos del COVID-19 en el cuerpo incluyen cambios en el sistema respiratorio pero también: el síndrome de tormenta de citocinas (CSS), fiebre continua o intermitente durante periodos prolongados, tos, dificultad para respirar, dolores severos en el cuerpo, mareo, dolor de cabeza, disminución del nivel de conciencia, enfermedad cerebrovascular aguda que incluye accidente cerebrovascular, pérdida del control de los movimientos corporales, convulsiones, alteraciones en el sistema nervioso periférico (PNS, por sus siglas en inglés), pérdida del gusto y del olfato, pequeños coágulos de sangre venosa o émbolos en el intestino, cambios vasculares en todo el cuerpo, decoloración en los dedos del pie y dedos conocidos como dedos de COVID (COVID toe), y el síndrome inflamatorio multiorgánico en menores (MIS-C, por sus siglas en inglés). Se ha observado que estos cambios son temporales igual que las consecuencias a largo plazo.
Síntomas del COVID-19
Los síntomas del COVID-19 aparecen de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Una persona puede estar contagiada de COVID-19 antes de que aparezcan los síntomas o quizá sin tener ningún síntoma. La mayoría de las personas con COVID-19 tienen fiebre de 38°. La lista de síntomas del COVID-19 está evolucionando pero incluye:
- Fiebre o escalofríos
- Tos
- Falta de aire o dificultad para respirar
- Fatiga
- Dolores musculares o corporales
- Dolor de cabeza
- Nueva pérdida del gusto o del olfato
- Dolor de garganta
- Congestión o secreción nasal
- Nauseas o vómito
- Diarrea
Factores de riesgo del COVID-19
Todas las personas tienen la misma probabilidad de contagiarse de COVID-19 cuando se exponen al virus. Hay factores de riesgo que pueden afectar la gravedad del curso del virus. Una persona puede no tener factores de riesgo y de todas maneras tener un caso severo. Hay personas con múltiples factores de riesgo que han tenido casos leves. Sin embargo, las personas con factores de riesgo tienden a tener casos más severos. Los factores de riesgo incluyen:
Edad: El riesgo de contraer el COVID-19 en grupos de edad jóvenes está avanzando. Se piensa que las enfermedades aumentan el riesgo en los menores y esto incluye de manera enunciativa mas no limitativa: obesidad, complicaciones médicas, trastornos genéticos severos, trastornos neurológicos severos, trastornos metabólicos heredados, enfermedades coronarias congénitas (desde el nacimiento), diabetes, asma u otros padecimientos pulmonares crónicos y la inmunosupresión debida a enfermedades malignas o a medicamentos que debilitan el sistema inmunológico.
Una complicación rara del COVID-19 en los menores es el síndrome inflamatorio multiorgánico en menores (MIS-C, por sus siglas en inglés), un padecimiento grave que inflama varias partes del cuerpo. Los síntomas del MIS-C incluyen fiebre y algunos o todos los síntomas siguientes: dolor abdominal, vómito, diarrea, dolor en el cuello, sarpullido, ojos inyectados o cansancio extremo. En la actualidad se desconoce la causa del MIS-C.
Los adultos jóvenes pueden contraer el COVID-19 al igual que las personas de cualquier edad. Las personas con casos más severos tienden a tener los siguientes factores de riesgo: obesidad o sobrepeso, asma, fumadores, vapeadores o historial de haber fumado/o vapeado.
Los adultos mayores de 65 parecen tener casos más severos y la seriedad aumenta con la edad. Esto probablemente se deba a que el sistema inmunológico se vuelve más lento. Como parte normal del proceso de envejecimiento, el desarrollo de las células T que luchan contra las infecciones, se vuelve menos eficaz.
Raza/grupo étnico: Genéticamente, los humanos somos iguales. La raza no afecta el COVID-19; sin embargo, los valores culturales, sociales, económicos, educativos y ritualistas de un grupo de personas específico pueden incidir en el riesgo de contraer COVID-19. Se ha hospitalizado por COVID-19 a negros, latinos, indios americanos y nativos de Alaska en una mayor proporción que a la población en general. La mayor parte de los sistemas de clasificación se apegan al uso arcaico de raza como diferenciación para propósitos de evaluación.
Género: En general, los hombres se ven más afectados por el COVID-19 y tienen resultados más negativos que las mujeres. Se sugiere una variedad de razones para la diferencia aunque la variación específica de género todavía no se ha estudiado en los EE. UU. Algunas teorías sugieren que los hombres podrían verse más afectados debido a más razones subyacentes que las mujeres. Los factores de riesgo de las enfermedades coronarias, de la alta presión arterial y de las enfermedades hepáticas han sido más prevalentes históricamente en los hombres pero en la actualidad los dos géneros se están equiparando. Los hombres tienen una mayor concentración de enzima 2 convertidora de angiotensina (ACE-2, por sus siglas en inglés) en la sangre, lo que le facilita al COVID-19 la entrada en las células. Las mujeres tienen un cromosoma X más largo que pudiera mejorar el sistema inmunológico. Pero hasta el momento, todas son teorías. Se desconoce la razón de las diferencias de género.
Padecimientos médicos: Muchos padecimientos médicos existentes afectan la gravedad del COVID-19. La consecuencia de la mayor parte de estos padecimientos es la inmunodepresión o la inflamación interna del cuerpo. Estos padecimientos incluyen:
- Cáncer
- Insuficiencia renal crónica
- EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
- Cardiopatías, como insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria o cardiomiopatías
- Estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado) como resultado de un trasplante de órgano
- Obesidad (índice de masa corporal [IMC] de 30 kg/m2 o más alto pero < 40 kg/m2)
- Obesidad severa (IMC ≥ 40 kg/m2)
- Anemia falciforme
- Fumar
- Diabetes mellitus tipo 2
- Uso de ciertos medicamentos
- Pobreza y hacinamiento
- Ciertas ocupaciones
- Embarazo
Algunos padecimientos médicos pueden aumentar la gravedad del COVID-19. Se están estudiando los siguientes padecimientos:
- Asma (moderada a severa)
- Enfermedad cerebrovascular (afecta los vasos sanguíneos y el suministro de sangre al cerebro)
- Fibrosis quística
- Hipertensión o presión alta
- Estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado) como resultado de trasplante de sangre o de médula ósea
- Deficiencias inmunológicas; VIH, uso de corticosteroides o uso de otros medicamentos que debiliten el sistema inmunitario
- Padecimientos neurológicos, como demencia (y lesión de la médula espinal)
- Enfermedad hepática
- Sobrepeso (IMC > 25 kg/m2, pero < 30 kg/m2)
- Embarazo
- Fibrosis pulmonar (tener dañados o cicatrizados los tejidos pulmonares)
- Talasemia (un tipo de trastorno sanguíneo)
- Diabetes mellitus tipo 1
Uso de ciertos medicamentos: Se ha notado que los medicamentos que se toman de forma habitual afectan la gravedad del COVID-19. Hay información sin documentar que indica que los suplementos como la melatonina, la vitamina D y el zinc reducen la gravedad y el curso del COVID-19. Si se toma famotidina, el medicamento que se toma contra el reflujo gástrico, durante periodos prolongados antes de contraer COVID-19, al parecer produce menos efectos en los síntomas del COVID-19 y en la duración de la enfermedad. Los suplementos y los medicamentos no deben tomarse de forma aleatoria ya que afectan el cuerpo, pueden alcanzar niveles tóxicos como en el caso de la vitamina D e interactuar con otros medicamentos y alimentos. Consulte a su médico antes de agregar o de cambiar de medicamento o de suplemento.
No se han identificado los medicamentos que aumentan el progreso del COVID-19.
Pobreza y hacinamiento: Las personas que viven en la pobreza no pueden obtener alimentos frescos ni equipo de protección fácilmente para reducir el riesgo de contraer COVID-19. Tienen menos posibilidades de recibir atención médica en caso de enfermar. Con frecuencia, esto hace que obtengan menos tratamiento para padecimientos subyacentes y para atención de emergencia en el caso de que tengan síntomas. Además, quizá vivan en condiciones de hacinamiento o con muchos miembros de la familia bajo el mismo techo. Es más probable que tengan ocupaciones que requieran trabajar en entornos cerrados junto con otras personas. El entorno físico junto con la capacidad de obtener los suministros necesarios para reducir el riesgo, muchas veces no ayudan a que puedan evitar la enfermedad.
Ciertas ocupaciones: Las personas que deben trabajar en condiciones de hacinamiento o en zonas de alta densidad tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19 debido al aumento de exposición. Los trabajadores de la salud, los trabajadores esenciales o cualquier empleo que implique tener contacto cercano con otras personas, aumenta el riesgo.
Embarazo: Cuando las mujeres embarazadas contraen el COVID-19 o acuden a la unidad de cuidados intensivos, se les coloca ventilación mecánica con mayor frecuencia que a las mujeres que no están embarazadas. La razón no está clara, pero las teorías sugieren que podría deberse a padecimientos subyacentes de una edad materna avanzada, un alto índice de masa corporal y diabetes o hipertensión preexistente. El hipermetabolismo del embarazo también podría ser un factor importante.
Factores de riesgo del COVID-19 para personas con lesión de la médula espinal
El sistema nervioso autónomo se ve afectado en las lesiones de la médula espinal tanto por el trauma como por los padecimientos médicos. Ya sea que el sistema nervioso autónomo no envíe el mensaje de que hay un virus presente, de manera eficaz o no logra arrancar al sistema inmunológico para que luche contra el virus, o ambos casos. La respuesta lenta del sistema nervioso autónomo puede hacer que cualquier infección se duplique rápidamente y se propague.
La inmunodepresión es la reducción de la eficacia del cuerpo de responder a las bacterias y a los virus. Después de una lesión de la médula espinal, el sistema inmunológico no está tan fuerte. Esto es porque después de una lesión de la médula espinal, los mensajes relacionados con los virus y bacterias quizá no se transmitan al cerebro y le indiquen al cuerpo que debe iniciar una respuesta temprana o efectiva. Las personas inmunodeprimidas tienen un mayor riesgo de experimentar casos severos de COVID-19.
En el momento de la enfermedad o lesión de la médula espinal, el proceso de inflamación toma las riendas acojinando el lugar de la lesión para tratar de corregir la zona donde está afectada la médula espinal. Es una respuesta normal del cuerpo ante las lesiones. A medida que pasa el tiempo, el cuerpo continúa suministrando líquido adicional a la zona afectada de la médula espinal, del cerebro o de ambos, a medida que intenta corregir la lesión. Entonces se convierte en inflamación crónica. Es difícil controlar la inflamación crónica ya que el cuerpo se ha adaptado a una nueva manera de funcionar.
Las complicaciones secundarias de una lesión de la médula espinal acrecientan más el riesgo de contraer COVID-19 así como la gravedad de la enfermedad:
Disfunción del sistema nervioso autónomo: La lesión de la médula espinal afecta al sistema nervioso autónomo. Esto se manifiesta mediante muchos problemas como la desaceleración del sistema cardiovascular (pulso lento y presión baja), disminución de la respuesta vascular (hipotensión ortostática, aumento de riesgo de formación de coágulos), dificultad para respirar y tos. La respuesta inmunológica se hace más lenta.
La diabetes complica las lesiones de la médula espinal especialmente debido a la falta de movimiento del cuerpo. La diabetes afecta la respuesta inmunológica del cuerpo ante todas las bacterias y virus.
Pueden desarrollarse enfermedades coronarias por la falta de movimiento o de ejercicio así como por los malos hábitos dietéticos o por la genética.
Las infecciones respiratorias o urinarias también incrementan el riesgo del COVID-19. Una respuesta inmunitaria pobre a una infección existente reduce la capacidad del cuerpo de luchar contra otra infección. La capacidad reducida de toser o de sacar los desechos de los pulmones permite que se acumulen gérmenes. Las personas cateterizadas tienen un mayor riesgo de virus y bacterias estos porque pueden entrar al sistema urinario estéril.
Las lesiones abiertasson otra vía de entrada al cuerpo para los virus y las bacterias. El COVID-19 entra al cuerpo por medio de las membranas mucosas. Una lesión abierta es una vía de entrada para los virus y bacterias.
El bazo es el órgano del cuerpo que lucha más contra las infecciones. Si una persona tiene una enfermedad que afecta al bazo o si tuvo un trauma en este o se lo extrajeron, tiene un mayor riesgo de infección.
Síndrome inflamatorio multiorgánico (MIS-C) pediátrico
Muchos menores, al igual que los adultos, tienen casos más leves de COVID-19 pero requieren atención médica. Como su hijo(a) con lesión de médula espinal tiene inmunodepresión, puede ocurrir el peor de los casos de síndrome inflamatorio multiorgánico pediátrico (MIS-C) relacionado con el COVID-19. No todos los menores tendrán todos los síntomas. Se hace el diagnóstico cuando algunos o todos los síntomas están presentes:
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Vómito
- Diarrea
- Dolor en el cuello
- Sarpullido
- Ojos inyectados
- Cansancio extremo
Es preciso buscar ayuda médica de emergencia si su hijo(a) desarrolla:
- Dificultad para respirar
- Dolor o presión en el pecho que no desaparece
- Nueva confusión
- Incapacidad de despertarse y de permanecer despierto
- Labios o rostro azulado
- Dolor abdominal severo
La exposición en los menores puede ser hasta de cuatro semanas antes de que aparezcan los síntomas. Su hijo(a) puede salir positivo en la prueba del COVID-19. Un portador de COVID-19 puede experimentar síntomas o no. Quizá usted no sepa cómo se contrajo la enfermedad. Las personas de su hogar que hayan estado expuestas al mundo exterior no deberán exponer a su hijo(a).
Si su hijo(a) ha estado expuesto(a) al COVID-19, deberá estar aislado(a) y se deberá notificar a su médico. Las medidas de protección deberán continuar: lavarse las manos, aislarse, practicar el distanciamiento social y reducir el número de exposiciones.
El síndrome inflamatorio multiorgánico (MIS-C) tiene muchos síntomas parecidos a los de la enfermedad de Kawasaki, así que los síntomas quizá no estaban relacionados con el COVID-19 directamente. Los síntomas de la enfermedad de Kawasaki son fiebre, sarpullido, hinchazón en manos y pies, irritación y enrojecimiento de la parte blanca de los ojos, hinchazón de las glándulas linfáticas del cuello e irritación e inflamación de la boca, labios y garganta. Con cualquiera de las enfermedades, MIS-C o Kawasaki, su hijo(a) estará muy enfermo(a) y necesita atención médica. No se demore haciendo conjeturas o tratando de encontrar la solución. Llame al 911.
Si cree que su hijo(a) está en peligro, llame al 911. No dude. El COVID-19 puede pasar rápidamente por todo el cuerpo. Se necesita atención de emergencia si su hijo(a) tiene los siguientes síntomas: dificultad para respirar, si está luchando por respirar, falta de aire que afecta el habla y el movimiento, confusión, mareo, somnolencia, desmayo, dolor en el pecho, frío, sudoración, palidez, si se está poniendo azul o tiene la piel con manchas. Llame al 911.

¿Es un resfriado, una gripe o COVID-19?
Los síntomas de resfriado, gripe y COVID-19 coinciden. Pueden resultar confusos. La gráfica que publicó el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) puede ayudar a determinar cuál de las enfermedades tiene. Solo sabrá si tiene COVID-19 mediante una prueba. Acuda a su médico para que determine su estado de salud y el tratamiento correspondiente.
Pruebas de COVID-19
Si tiene síntomas o ha estado cerca de alguien con COVID-19, debe llamar a su médico. Este le dirá dónde puede hacerse la prueba. A menos que sea una emergencia extrema, las personas infectadas no deberán ir a los consultorios de los doctores ni a los hospitales, para evitar la propagación del virus a otras personas. Su médico podrá programarle una cita por teléfono. Si tiene dificultad para respirar, disminución del estado mental o alguna otra emergencia, siempre deberá llamar al 911. Diga que sospecha que puede tener COVID-19 para que el personal esté preparado para protegerse y para protegerlo(a) a usted.
Hay kits de pruebas y sitios de pruebas disponibles. Puede pedir un kit para hacerse la prueba en casa here (aquí), o comprar un kit en la farmacia local para hacerse la prueba en casa. En algunos casos, su seguro le cubre el costo del kit para hacerse la prueba en casa. El kit de prueba, que consta de una torunda nasal profunda, o la prueba para recoger saliva le indicarán si tiene COVID-19 o no. Los kits para hacerse la prueba en casa le darán el resultado en unos cuantos minutos, mientras que una prueba en un lugar especializado de pruebas tarda horas en obtener los resultados. Necesitará aislarse hasta que conozca los resultados de la prueba.
Las pruebas de anticuerpos que se obtienen mediante una muestra de sangre pueden indicar si tiene anticuerpos de COVID-19. Si los tiene, es probable que ya haya tenido el virus.
Permanezca en casa aislado(a) si está enfermo(a). Esto evita la propagación del COVID-19 y de resfriados y gripes. Si tiene COVID-19 pero se está atendiendo en casa, permanezca en su habitación sin visitas. Los cuidadores podrán ayudarle pero no permanecer cerca. Si es posible, utilice un baño para usted solo(a).
Vacunas y Tratamientos para el COVID-19
Hay dos opciones para que las personas eviten o traten el COVID-19 existente. Las vacunas se utilizan para evitar contraer el virus. Impiden que el virus entre en las células del cuerpo. Las vacunas no erradican el virus ya que este sigue existiendo en la naturaleza. Se están desarrollando tratamientos para el virus una vez que ha entrado al cuerpo.
Vacunas
Las vacunas están diseñadas para impedir que los virus entren en las células. Por esta razón, las vacunas funcionan mejor antes de que el virus entre en el cuerpo. Las vacunas funcionan imitando al virus. Esto permite que el sistema inmunológico desarrolle las células T para neutralizar el virus antes de que entre en las células del cuerpo. Se mantiene la memoria de la célula T desarrollada específicamente para un virus.
Hay cinco tipos diferentes de vacunas. Las vivas, atenuadas son una inyección de un virus debilitado que no enferma a las personas, las vacunas desactivadas constan de un virus muerto, las vacunas toxoides sin virus debilitados, las vacunas con subunidades contienen solo parte del virus y las vacunas conjugadas son de un virus diferente pero con un recubrimiento como el del virus objetivo. Todas estimulan el cuerpo para que cree efectos neutralizantes.
Las vacunas de COVID-19 son de ARNm, vector viral o vacunas con subunidad de proteína.
- ARNm (ácido ribonucleico mensajero): Las vacunas de ARNm utilizan ARNm (creado en un laboratorio). Una vez en el cuerpo, el ARNm les enseña a las células a hacer proteína que desencadena una respuesta inmunológica.
- Vector viral: Las vacunas con vector viral de COVID-19 constan de una versión modificada de un virus diferente (virus de vector). Este virus les da instrucciones cruciales a las células.
- Subunidad de proteína: Las vacunas de subunidad de proteína son similares a las vacunas que se utilizan para enfermedades como la varicela. La subunidad de proteína tiene piezas del virus que provocan COVID-19. Otra parte de la vacuna contiene un coadyuvante que ayuda al sistema inmunológico a responder a la proteína de púas del COVID-19 en el futuro.
Hay cuatro vacunas contra el COVID-19 en los Estados Unidos. La Administración de Fármacos y Alimentos de los EE. UU. ha aprobado o dado autorización para su uso en emergencias a las siguientes vacunas:
Aprobada
Pfizer-BioNTech (ARNm)
- La vacuna de recuerdo bivalente Pfizer-BioNTech también está aprobada.
Moderna (ARNm)
- La vacuna de recuerdo bivalente de Moderna también está aprobada.
Autorización para uso en caso de emergencia
Johnson & Johnson (vector viral)
La FDA ha limitado el uso autorizado de esta vacuna. Deberán satisfacerse los siguientes criterios para poder cumplir con los requisitos para ponerse esta vacuna:
- Que no haya otras vacunas disponibles o que no sean adecuadas clínicamente
- Que los mayores de 18 años no pudieran ponerse la vacuna de otra manera
Novavax (subunidad de proteína)
Información sobre vacunas: Durante la primera pandemia de SARS en 1970, la vacuna desarrollada estaba relacionada con un aumento en la incidencia de Guillain Barré, una enfermedad neurológica que provoca parálisis, normalmente con cierta solución. Se determinó que había un defecto en la forma como se había fabricado la vacuna. El proceso de desarrollo de esta ha cambiado mucho desde entonces. Las vacunas actuales se cultivan en huevos. Le preguntan si es alérgico(a) a los huevos antes de ponerle la vacuna si es que tiene historial de Guillain Barré o alergia a los huevos.
Los estudios recientes de vacunas muestran que las personas que se vacunan tienen menor riesgo de desarrollar Guillain Barré que si no se vacunaran. Por ejemplo, su riesgo de contraer Guillain Barré es menor si se ha vacunado contra la gripe y mayor si no se ha vacunado.
Tratamientos para el COVID-19
Los anticuerpos monoclonales son un tratamiento que se piensa que reduce la gravedad y la duración del COVID-19 en personas que lo tienen. Estos anticuerpos monoclonales se adhieren a las púas del coronavirus, lo que les impide entrar en las células del cuerpo.
Los anticuerpos naturales que se crean a partir de las personas que se han recuperado de COVID-19, se cultivan de su plasma sanguíneo. Se reproducen en el laboratorio y se replican (se clonan). Mono significa de un solo tipo. Clonal significa clonado o duplicado. Un tratamiento podría contener diferentes anticuerpos monoclonales.
Entonces I.V. le da los anticuerpos monoclonales a la persona que tiene COVID-19 pero que no es capaz de generar suficientes anticuerpos naturales por sí sola. Esta técnica de tratamiento se utiliza de forma extensiva en personas que están en tratamiento de cáncer con pocos efectos colaterales.
La FDA autorizó el uso de lo siguiente para ciertos casos:
- Bamlanivimad y etesevimab para administrarse juntos en el tratamiento de COVID-19 leve a moderado en pacientes pediátricos más jóvenes, que incluye a recién nacidos.
- Evusheld (Nota: A partir del 26/01/2023, el uso de Evusheld deja de estar autorizado en los EE. UU. hasta que lo vuelva a indicar la FDA.)
- Tocilizumab
Los antivirales son medicamentos que impiden que los virus entren en las células del cuerpo. No destruyen al virus pero como este no puede entrar en las células del cuerpo, no se puede reproducir.
Los medicamentos antivirales disponibles son:
Antivirales orales
- Paxlovid
- Lagevrio
Antiviral IV
- Veklury (remdesivir)
Se pueden obtener con receta médica de su doctor. Un farmacéutico con licencia estatal puede recetar Paxlovid.
La hidroxicloroquina y la cloroquina son tratamientos desaprobados para el COVID-19 y no deben utilizarse.
Plasma
Las personas que han tenido COVID-19 y que ya se han recuperado, tienen anticuerpos para este virus específicamente en su sistema sanguíneo porque su sistema inmunológico desarrolló anticuerpos naturales. Puede hacerse una transfusión del plasma del donador a las personas que tienen COVID-19 pero que no está creando anticuerpos con éxito ni de manera oportuna. El proceso ha estimulado el sistema inmunológico de las personas a las que se ha hecho la transfusión.
Otros medicamentos para el tratamiento de COVID-19
Fortuitamente, algunos medicamentos que toman las personas para otros padecimientos se han relacionado con la reducción del curso del COVID-19. No existe ningún estudio científico de estos medicamentos; sin embargo, se han reportado casos como anécdota. No inicie tratamiento con estos medicamentos. Consulte a su médico antes de tomar cualquier medicamento o suplemento. Algunos medicamentos o suplementos pueden interferir con su medicamento habitual o provocar una sobredosis tóxica.
- La aspirina reduce el riesgo de los coágulos y disminuye la inflamación
- La dexametasona es un antiinflamatorio y es probable que reduzca los efectos inflamatorios del COVID-19.
- El oxígeno es un medicamento. El oxígeno adicional se le administra al cuerpo en caso de que no pueda asimilar suficiente mediante la respiración normal.
- Se cree que la melatonina estimula el sistema inmunológico haciendo que la persona duerma bien. Sin embargo, no se ha investigado si ayuda a estimular el sistema inmunológico.
- Se ha notado que la famotidina tomada durante un periodo prolongado para el reflujo gástrico (acidez) antes de la aparición del COVID-19 reduce la necesidad de cuidados intensivos así como el número de muertes. No hay ninguna investigación revisada por homólogos. Se trata de información anecdótica.
- La vitamina D estimula el sistema inmunológico en caso de que tenga deficiencia de vitamina D. No tome esta vitamina de manera aleatoria. Consulte con su médico para ver si tiene deficiencia de vitamina D. La vitamina D puede ser tóxica. No se ha estudiado si hace a las personas menos susceptibles al COVID-19.
- Se sospecha que el zinc acorta la vida de la infección pero no se ha investigado de forma específica.
- Acetaminofén para fiebre y dolores del cuerpo
- Los antihistamínicos pueden reducir la congestión y el taponamiento.
- Vinagre de manzana para el dolor de garganta
- El glutatión puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.
- Los medicamentos para la tos pueden ayudar a adelgazar la mucosa.
Sin embargo, antes de tomar cualquiera de estos medicamentos, consulte a su médico.
Otros Tratamientos
Los tratamientos que se administran a las personas con COVID-19 van desde cuidados en casa con medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para que se sientan mejor hasta la hospitalización y los cuidados intensivos. Los tratamientos son individuales para cada caso.
La ventilación mecánica o respiración asistida mediante un respirador puede ser necesaria si la respiración normal se vuelve ineficaz. Esto puede ser temporal o a largo plazo. Los dispositivos de respiración asistida pueden ser CPAP (presión positiva continua en la vía aérea), BiPAP o ventilación mecánica por la boca o por medio de una traqueostomía (apertura quirúrgica).
Se administra diálisis a personas que tienen insuficiencia renal. Esto puede ser temporal o a largo plazo.
Rehabilitación después del COVID-19 en personas con lesión de la médula espinal
Muchas personas con COVID-19 moderado o severo requieren terapias de rehabilitación a largo plazo. El gobierno ha disminuido las restricciones para permitir que estos supervivientes tengan acceso a las instalaciones de rehabilitación.
Personas que pudieran estar involucradas en su cuidado:
El fisiatra es un médico que se especializa en la rehabilitación y en la medicina física. Esta persona trabaja directamente con la persona afectada para indicarle la terapia y tratamientos necesarios para que mejore tanto física como psicológicamente.
El internista o médico general es su médico de cabecera que le dará seguimiento hasta que pueda hacer la transición a su atención médica habitual.
El neumólogo es el especialista en atención de afecciones respiratorias que puede ayudarle a hacer la transición a poder respirar por sí solo(a) o con equipo de respiración asistida, dependiendo de sus necesidades.
El terapeuta respiratorio es un profesional que le dará seguimiento a su capacidad para respirar y le ayudará a retirar el equipo de respiración asistida.
El enfermero acreditado en rehabilitación ayuda a las personas a integrarse a las nuevas técnicas y a ser independientes en las actividades de la vida diaria (AVD), así como en la toma de medicamentos y tratamientos.
El terapeuta físico ayuda a las personas con la motricidad gruesa incluyendo el equilibrio y el movimiento.
El terapeuta ocupacional ayuda a las personas con la motricidad fina incluyendo fortalecimiento y actividades de la vida cotidiana.
El logopeda ayuda a las personas a vocalizar y a tragar, especialmente después de ventilación o traqueostomía de largo plazo.
El psicólogo resulta muy útil para personas que han tenido un trauma o problemas crónicos de salud. Esta persona puede ayudarle a la persona y a su familia a reintegrarse a la vida cotidiana.
El enfermero encargado de la diálisis ayuda en la diálisis a largo plazo o les enseña a las personas a hacerse la diálisis en el caso de que tengan problemas renales.
El dietista ayuda a las personas a crear una dieta que puedan tolerar y que contenga los nutrientes necesarios para recuperar la fuerza y la salud.
Cómo protegerse del COVID-19
Como en muchas enfermedades, la prevención es un buen comienzo. Para las personas inmunodeprimidas, como las personas que tienen una lesión en la médula espinal o complicaciones secundarias de esta y en las que se pudiera incrementar la gravedad del COVID-19, hay precauciones que deben adoptar para reducir la posibilidad de contraer el virus.
Inmunizaciones
El cuerpo necesita estar protegido de las enfermedades, especialmente de los virus para impedir que entren en las células del cuerpo. Al tener una infección, las bacterias o los virus reducen la capacidad del sistema inmunológico de luchar contra el COVID-19. Hay muchas infecciones que ponen en riesgo el sistema inmunológico.
Las vacunas contra la gripe representan una prevención importante para las personas inmunodeprimidas. Le proporcionan al cuerpo la inmunidad necesaria para las cepas de la gripe que están presentes todos los años. Se crea inmunidad para varias cepas de la gripe con cada vacuna. Estas vacunas se administran una o dos veces al año. Hay dos fuerzas, la fuerza normal y la otra que es una versión más fuerte para personas mayores o para personas inmunodeprimidas.
La vacuna contra la neumonía es clave para protegerse de bacterias y de virus que pueden provocar una neumonía, que es un padecimiento común en personas con lesión de la médula espinal por la falta de respiración profunda eficaz y la tos para limpiar a los pulmones de desechos. La vacuna contra la neumonía se administra cada 10 años.
Evite usar la boca como ayuda funcional
Muchas personas con lesión superior de la médula espinal utilizan la boca para ayudarse con algunas actividades. Es necesario dejar de hacerlo cuando esté fuera de casa ya que la boca es una entrada importante para el COVID-19.
Uso de cubrebocas
El uso de cubrebocas es necesario cuando una persona sale de su casa o de su patio personal. Debido a la inmunodepresión, las personas con lesión de médula espinal y con otras enfermedades crónicas con factores de riesgo, son especialmente vulnerables.
Los menores de 2 años o los que tienen problemas respiratorios deberán evitar el uso de cubrebocas para garantizar que no se interrumpa su respiración. Cualquier persona con problemas respiratorios deberá evitar el uso de cubrebocas y deberá resguardarse y practicar el distanciamiento social. Si tiene problemas respiratorios, hay un fuerte riesgo de que el cubrebocas restrinja la circulación del aire. Respirar aire exhalado puede generar somnolencia y finalmente la muerte. Hay fuertes consecuencias si una persona es incapaz de reconocer la falta de oxígeno debido a la somnolencia o si no puede utilizar las manos para quitarse el cubrebocas.
Los niños mayores de dos años sin problemas de respiración necesitan usar cubrebocas cuando salgan. Habrá que observar a los menores para garantizar que estén respirando a salvo y que mantengan la posición adecuada del cubrebocas para que no se les enrede en el cuello.
Para utilizar el cubrebocas de forma correcta, la nariz y la boca deberán quedar cubiertas y los lados de este deberán estar pegadas a la piel. Los cubrebocas con pliegues deberán utilizarse con los pliegues hacia abajo. Los enganches para las orejas no deberán estar muy apretados para que no presionen y creen lesiones detrás de la oreja o de manera que tiren de las orejas causando fatiga.
Para quitarse el cubrebocas, desenganche la parte que va detrás de las orejas al mismo tiempo que sostiene el extremo del cubrebocas. Evite tocar la parte externa del frente del cubrebocas porque pueden haberse acumulado gérmenes en esa parte. Con suavidad, mueva el cubrebocas hacia abajo, aléjelo de la boca y de la nariz. Si el cubrebocas es desechable, pliéguelo de manera que la parte frontal quede dentro y deséchelo de manera adecuada. Lleve una bolsa consigo en caso de que no haya botes de basura en lugares como el automóvil. Los cubrebocas de tela deben colocarse en una bolsa de plástico hasta que se puedan depositar en la lavadora. Los cubrebocas de tela deben lavarse después de cada uso. Los cubrebocas desechables deben desecharse de forma adecuada después de cada uso.
Lavado de manos y de cara
Es necesario tener las manos limpias en caso de que se toque la cara ya que pueden transportar gérmenes, COVID-19 y otras bacterias y virus a los principales puntos de entrada del cuerpo, ojos, nariz y boca. Si usa catéter, lleva a cabo el programa de intestinos o tiene una lesión abierta, estos lugares también pueden ser potenciales lugares de entrada de los virus.
Siga las reglas estrictas de lavado de manos con frecuencia y alegría. Lavarse las manos es esencial para evitar infecciones Cuando se tiene una lesión de médula espinal, lavarse las manos es esencial no solo en general sino también cuando uno lleva a cabo el aseo personal. El lavado de manos eficaz se basa en tres principios: agua corriente tibia, jabón y fricción. Lávese las manos durante por lo menos 20 segundos o durante el tiempo que se tardaría en cantar Feliz Cumpleaños dos veces. Gloria Gaynor tiene una magnífica técnica: Canta “Sobreviviré” cuando se lava las manos. Eso hace que lavarse las manos sea más divertido.
El desinfectante de manos funciona bien cuando se está fuera de casa. Funciona bien si contiene el 60% de alcohol conforme a las pautas del Centro de Control de Enfermedades. Si contiene el 70% de alcohol, es mejor. Se pueden fabricar las propias toallitas colocando toallas de papel húmedas y jabón en una bolsa sellada o en una cajita para alimentos. También necesitará una toalla de papel húmedo para enjuagarse y toallas de papel para secarse. Eso implica cargar con muchas cosas pero eso es mejor que contraer el virus.
Las personas que usan silla de ruedas están en desventaja debido a su altura porque la cabeza está a un nivel más bajo que las personas que están de pie. Eso coloca a la persona en una posición vulnerable. Después de estar fuera e interactuar con otras personas, lávese la cara y las manos. Recuerde que la cara tiene mucosas que permiten que los virus y las bacterias entren. Lávese las manos primero y después la cara empezando por los párpados y después lávese el resto de la cara. Utilice un paño limpio cada vez que se lave la cara. Una máscara de protección cerrada en la frente puede resultar útil para protegerle los ojos. El cubrebocas deberá usarse además de una máscara protectora.
Lave o limpie las ruedas y los rines de la silla de ruedas con toallitas desinfectantes antes de entrar en casa. Lave lo que pueda: la parte delantera y trasera de las ruedas y el resto de los rines hasta que los haya limpiado por completo. Haga lo mismo con los bastones y caminadoras. Si va a caminar, utilice unos zapatos cuando salga que no sean los mismos que utiliza dentro de casa.
Distanciamiento social
Mantenga un distanciamiento social con los demás de por lo menos metro y medio. Si se encuentra donde haya personas cantando, gritando o hablando en voz alta, recuerde que sus exhalaciones pueden llegar lejos, de manera que será preciso que se aleje todavía más, de 3.5 a 6 metros o más.
Las personas que se encuentran en una situación vulnerable porque utilizan equipo alterno de movilidad, como silla de ruedas, se encuentran bajo las gotas de respiración de los demás. El distanciamiento social es muy importante para mantenerse fuera del campo de la exhalación de la respiración de los demás. La distancia mínima es de metro y medio de distancia. Además de lavarse las manos, lávese la cara, primero los ojos con agua tibia y jabón, después de lavarse las manos.
Evite las multitudes. Esto será un reto para todos. Nos gusta socializar. Piense en otras maneras de reunirse. Las redes sociales entrarán en juego en este momento. No olvide el teléfono para tener contacto por voz. Verifique que sus vecinos estén bien, independientemente de su edad y capacidades.
Está bien salir cuando no hay multitudes. Tomar el sol y el aire fresco nos gusta a todos. Solo necesitamos unos minutos de sol para aumentar la vitamina D en el cuerpo. No tome suplementos a menos que de verdad los necesite, ya que algunos de ellos pueden convertirse en tóxicos como la vitamina D. Su médico puede determinar su necesidad de vitaminas mediante pruebas de sangre. Agregar suplementos puede entrar en conflicto con sus medicamentos.
Solo porque existe la posibilidad de salir de casa, eso no significa que tenga que ir. Puede optar por hacerlo pero recuerde evaluar los riesgos y compararlos con los beneficios. El riesgo de salir con otras personas en el COVID-19. El beneficio de quedarse en casa durante la pandemia de COVID-19 es la salud.
Evite a las personas que han estado en grupos grandes, que han viajado recientemente o que han estado expuestas al COVID-19, así como a otros resfriados y gripes. Las pautas recientes sugieren grupos de menos de 50 personas. Los científicos sugieren grupos más pequeños. Algunos dicen que las reuniones no deberían ser de más de diez personas. Uno de los lugares de conflicto más comunes para contraer COVID-19 son los pequeños grupos y los grupos familiares.
Superficies limpias. El COVID-19 se propaga principalmente mediante las gotas de respiración pero estas caen sobre cualquier superficie. Mantenga las superficies limpias con toallitas desinfectantes o con agua, escobilla y jabón. Puede incluir los rines de la silla de ruedas, los bastones y las caminadoras, otros dispositivos de asistencia, las manijas de las puertas y de los coches, los pasamanos o cualquier otra superficie que pudiera tocar.
Guantes
Puede optar por usar guantes desechables cuando salga de casa. Algunas personas usan guantes desechables para empujar su silla en la calle. Y recuerde no usar la boca para retirarse los guantes ni tocarse la cara mientras los lleva puestos. Los guantes no lo(a) inmunizan y de cualquier forma, deberá lavarse las manos.
Debido a que muchas personas usan los guantes de manera incorrecta, se piensa que propagan más la enfermedad. Las personas tienden a pensar que usar guantes les da seguridad, pero solo funcionan si usted toca una cosa y después cambia de guantes. También recuerde que cuando tiene puestos los guantes para no contaminarse tocándose la cara, tampoco deberá tocarse la cara con las manos sin guantes. Si tiene una lesión de la médula espinal, usa catéter, se hace el programa de intestinos o tiene una herida abierta, también está en riesgo.
El proceso de quitarse los guantes hace que estos sean ineficaces y promueve la idea errónea de sentirse invencible cuando lleva los guantes puestos. Si opta por usar guantes, póngaselos como haría con cualquier otro tipo de guante, pero coloque las manos a nivel de la cintura, lejos de la cara.
Cuando se quite los guantes, de nuevo, coloque las manos nivel de la cintura, lejos de la cara. Con las manos con guantes, pellizque la parte externa del guante con una mano cerca de la parte interna de la muñeca pero no se toque la piel, toque solo el guante. Tire del guante hacia abajo y hacia afuera girándolo hacia dentro en el proceso. Mantenga el guante que se quitó enrollado en la mano en la que todavía tiene guante. Después, con la mano sin guante, tome la parte superior del guante que queda de la parte interior de la muñeca y deslícelo suavemente hacia abajo, retirándolo. El primer guante estará ahora dentro del segundo guante que está al revés, actuando como una bolsa de plástico que contiene la basura hasta que pueda desecharlo de manera adecuada. No rompa los guantes ni se los quite haciendo una floritura. Es preciso mantener los gérmenes contenidos. Lávese las manos de inmediato o utilice desinfectante de manos.
Cuidadores y visitas
Todas las visitas deberán quitarse los zapatos en la entrada. Al entrar a su casa, deberán lavarse las manos exhaustivamente. Los cuidadores y las visitas, especialmente los que no viven con usted, deberán llevar cubrebocas sobre todo cuando lo(a) estén atendiendo.
Los cuidadores deberán cambiarse de ropa cuando entren a su casa. Pueden llevar ropa limpia en una bolsa sellada.
Hable con su cuidador acerca de la vida fuera de casa. Quizá necesite hacer las cosas de manera diferente si no es cuidadoso(a) en su vida personal.
Salud general
Beba agua conforme a las restricciones de su programa de vejiga o libremente si no tiene restricciones de vejiga o de otros padecimientos. El agua es el mejor líquido ya que hidrata el cuerpo, manteniéndolo sano y en buen funcionamiento. Siempre es importante hidratarse. Debido a los programas de vejiga, puede resultar difícil beber más agua de la que tiene asignada. NO sobrecargue su organismo pero intente beber un pequeño trago adicional de agua cada hora cuando esté despierto(a). Esto puede aumentar la hidratación de su cuerpo sin demasiado esfuerzo para su programa de vejiga.
Llevar una dieta balanceada. Esta también mantiene su cuerpo con buena salud y buen funcionamiento. Consulte a un dietista para comprobar que esté obteniendo los nutrientes adecuados para sus necesidades individuales. Hay mucha información de los efectos de la dieta en el sistema inmunológico. Llevar una dieta balanceada beneficia a todos. Los alimentos que reconstituyen el sistema inmunológico son la espinaca, la col rizada, la acelga, los pimientos morrones, las fresas y los champiñones. Estos alimentos congelados aportan los mismos beneficios. Tarda tiempo estimular el sistema inmunitario mediante la dieta. Una comida es el comienzo pero toma tiempo cosechar los beneficios.
El ejercicio como prioridad
Si no hace ejercicio, ahora es el momento para empezar con rango de movimiento. Empiece lentamente y con el tiempo, aumente a tres veces al día. Hable con su médico acerca de un buen programa de ejercicio y para comprobar que esté listo(a) para hacer ejercicio.
Ejercite el cuerpo, especialmente la parte en la que tenga reducción de función. Su cuerpo a nivel mayor o menor de su lesión desea moverse. El ejercicio puede estimular su sistema inmunológico, mejorar la circulación, reducir las contracturas y el tono (espasmos) y mejorar su bienestar mental. Podría estar más sano(a) después de la pandemia que al inicio de esta.
Higiene del sueño
Dormir bien estimula el sistema inmunológico del cuerpo. Le da tiempo al cerebro y al cuerpo para descansar y reprocesarse. Mantenga la televisión y la música apagada para que su cerebro no se altere. No utilice aparatos electrónicos de dos a cuatro horas antes de irse a dormir ni en la noche. Intente irse a dormir y levantarse a la misma hora. Estos hábitos ayudan a tener un sueño mejor y más reparador.
Mantenga la salud mental
Trate de mejorar o de mantener el bienestar mental. Mantenga la mente en forma al igual que el cuerpo. Esto puede incluir ampliar sus horizontes y actividades y buscar asesoría para mejorar las habilidades para enfrentar problemas, especialmente al practicar el distanciamiento social.
Involúcrese con la gente. Hable con los demás y conéctese de nuevas maneras, por teléfono o mediante la computadora. El distanciamiento social no significa aislamiento social.
Si la pandemia le parece abrumadora o tiene problemas de tristeza, depresión, aislamiento u otras circunstancias, llame a su médico y pida ayuda. También puede mandar un mensaje de texto a la línea de texto para casos de crisis al 741741 o llamar a la Línea Nacional de Prevención de Suicidio al 1-800-273-8255. Boys Town tiene una línea gratuita para personas en crisis o suicidas: 866-697-8394.
Protección del sistema respiratorio
Toser ayuda a mantener los pulmones libres de desechos como mucosa y partículas que entran a los pulmones con la respiración. Toser también ayuda a disuadir a los virus y a las bacterias de instalarse en sus pulmones. No impedirá que se enferme pero le ayudará a sacar los desechos de los pulmones. Haga tres respiraciones profundas seguidas de una tos, por lo menos cuatro veces al día.
Cúbrase cuando tosa o estornude con un pañuelo desechable y tírelo a la basura de inmediato. No guarde los pañuelos desechables para usarlos por segunda vez. Lávese las manos después. De forma alterna, tosa dentro de la parte interior del codo para evitar propagar los gérmenes a otras personas. Lávese las manos después.
Si cuenta con un espirómetro de incentivo del hospital o de su clínica de rehabilitación, ahora es el momento de usarlo. También puede comprar uno en línea. Es un dispositivo plástico que normalmente tiene tres pelotas, cada una en una cámara. Inspire aire a los pulmones utilizando la boquilla para que las pelotas suban por las cámaras. Intente mantener las pelotas arriba mientras inhala. Empiece con poco y aumente la tolerancia. Esto le ayudará a reducir los resfriados y las gripes manteniendo sus pulmones limpios y sanos. Limpie la boquilla y los tubos de su espirómetro de incentivo diario con agua y jabón.
Obtención de suministros
Todos necesitamos suministros. Los servicios de entrega de productos y de alimentos son muy útiles. Pida que le dejen el paquete en la puerta y métalo a la casa después de que se haya marchado el repartidor. Las entregas en el automóvil o las recogidas sin contacto también son útiles. Lleve su cubrebocas. Lávese las manos o utilice desinfectante para manos después de tocar y de retirar el paquete.
Si necesita ir a la tienda, entre por donde están las toallitas para limpiar los carritos. La mayor parte de las tiendas le hacen tomar su carrito y limpiarlo. Una vez que ha tocado el carrito, ya habrá recogido los gérmenes. Tome las toallitas para limpiar, límpiese las manos y utilice las toallitas para limpiar la barra donde se empuja el carrito y entonces ya podrá usar el carrito. Si tiene acceso a las toallitas para limpiar en la salida, vuelva a limpiarse las manos al salir.
Los guantes desechables baratos funcionan bien en las tiendas de comida por el manejo de los productos. No confié demasiado de los guantes. No se puede tocar la cara ni con los guantes puestos.
Confíe en la familia y en los amigos para que le ayuden cuando estén fuera de casa. Pídales que le compren cosas y que le hagan mandados.
Sea positivo(a) y cuidadoso(a)
Hay algunas cosas que le pueden ayudar a adaptarse a este giro de la vida.
Primero, levántese a la hora habitual todos los días. La mayoría de las personas lo hacen, pero es muy fácil acurrucarse un poco más cuando no tiene que salir de casa. Las horas habituales de levantarse y acostarse le ayudarán a su cuerpo y a su mente. Eso también puede mejorar su patrón de sueño.
Segundo, vístase. Cámbiese de ropa en la mañana para indicarse a usted mismo(a) que es un nuevo día. De vez en cuando póngase algo bonito, aunque no pueda salir o decida no hacerlo.
Tercero, ponga cuidado en su higiene personal. Quizá no vaya a salir o a ver a nadie en persona, pero su salud en general y su bienestar mental le agradecerán la pulcritud.
Estructure su día
Hay varias maneras de organizar el día. Algunas personas que salen diario para hacer actividades o para trabajar sienten que estar en casa es como estar de fin de semana o de vacaciones, hasta que se dan cuenta de que no hay vuelta a la rutina diaria. Puede ser fácil no hacer nada, lo que provoca aburrimiento y aumenta la ansiedad. Crear una nueva rutina ayudará con la consistencia y aunque nadie controle el mundo externo, usted puede controlar sus propias actividades personales.
Tener una estructura autoimpuesta en su día podría ser una buena opción para usted. Después de una lesión de médula espinal, hay algunas rutinas que deben hacerse como el cuidado de la vejiga, programas de intestinos y cuidado de la piel. Usted ya tiene estos integrados en su día. Sin una rutina habitual, estas actividades pueden llegar a un punto en el que su rutina ya no se siga y eso puede generar complicaciones innecesarias. Siga su rutina diaria de cuidado aun cuando las señales normales que utiliza para iniciar la actividad no estén presentes.
Cree un programa para sí mismo(a). Desglose las tareas en pasos sencillos que habrá que realizar durante días o semanas para que no se aburra ni se sienta agobiado(a) por alguna actividad. Cuando uno se dedica a una sola actividad, podría olvidar cateterizarse, liberar la presión o comer de manera oportuna. Por otra parte, las personas que están en casa ahora y que pueden seleccionar qué y cuándo hacer algo, tienden a comer demasiado a menudo o a comer un refrigerio con demasiada frecuencia. Un programa para su nuevo ambiente podrá ayudarle.
Piense en cosas que le gustaría lograr. Puede tratarse de algo nuevo que no tuvo tiempo de hacer antes. Cree una rutina diaria que incluya el cuidado personal, el trabajo o la escuela. Incluya actividades que necesite hacer. Después incluya las actividades que haya elegido. Por ejemplo, sin salir de casa, puede descubrir que tiene tiempo adicional en el día que utilizaba para trasladarse o quizá ya no vaya de compras sino que pida las cosas en línea o le pida a algún vecino que se las compre. Ya que nos estamos resguardando en casa, quizá tenga más tiempo para usted.
Distribuya su día al azar
Algunas personas no tienen estructura. De cualquier forma, puede organizar su día para garantizar su salud sin un horario estricto. Necesitará hacerse su cuidado personal habitual, trabajar o estudiar, pero en su tiempo libre puede seleccionar algunas actividades que le gustaría hacer. Anótelas en papelitos y póngalos en un recipiente. Puede sacar alguno cuando lo necesite y empezar a hacer la tarea. Le agregará algo de novedad a su día. Este enfoque hará las cosas más agradables para las personas a las que no les gusta tanta rigidez.
Mezcle la estructura y la aleatoriedad en su día
En general, las personas prefieren un poco de estructura y un poco de aleatoriedad, así que puede mezclarlas y cambiar de una a otra. No está obligado(a) por una serie de reglas estrictas, sino que necesita vivir la vida. El aspecto importante consiste en encaminarse hacia las tareas o hacia las metas, para que tenga un sentido de logro en lugar de estar perdiendo el tiempo. Un cierto tipo de plan o de estructura le ayudará a reducir el estrés en los momentos inciertos.
Investigación del COVID
Hay muchos efectos del COVID-19. El gobierno de los EE. UU. ha estudiado el COVID-19 para evaluar sus efectos a largo plazo. Este estudio se denomina Estudio de Observación del COVID-19 (CORAL). Lo están llevando a cabo los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional del Corazón, Sangre y Pulmones (NHLBI, por sus siglas en inglés). Como persona con lesión de la médula espinal, si contrae el virus de COVID-19, puede optar por participar en este estudio ya que es crítico ver cómo afecta a las personas que viven con una lesión de la médula espinal.
El estudio CORAL le ayudará a entender los efectos a largo plazo. Los informes de incidentes indican que las personas que sobreviven el COVID-19 pueden tener problemas a largo plazo de fatiga, dificultad para respirar, dolores musculares, confusión, dolores de cabeza y alucinaciones. Otros problemas incluyen inflamación cardiaca y atrofia muscular, inflamación pulmonar que incluye tos seca crónica, dificultad para respirar y dolor al respirar. Algunas personas necesitan asistencia para respirar a largo plazo. El sistema nervioso puede verse afectado con dolores de cabeza, mareos, problemas para concentrarse y recordar información. Además, los coágulos son un problema.
El análisis de los efectos a corto y a largo plazo continúa. Algunas personas infectadas con COVID-19 experimentan efectos a largo plazo (afecciones post COVID, PCC, por sus siglas en inglés) o COVID largo.
Las afecciones del COVID largo pueden durar semanas, meses o años.
El COVID largo no se limita a las personas que experimentan una severa enfermedad de COVID-19, sino que cualquier persona afectada puede tener síntomas post COVID.
Las personas que no están vacunadas tienen un mayor riesgo de tener afecciones post COVID que las personas vacunadas.
A veces las personas que no tuvieron un resultado positivo en las pruebas o que fueron asintomáticas pueden tener afecciones post COVID.
El CDC y sus colaboradores continúan investigando a las personas que experimentan afecciones post COVID y si hay grupos específicos que tienen un mayor riesgo que otros.
Síntomas del COVID largo
Generales (no se limita a los siguientes)
- Fatiga o agotamiento que interfiere con las tareas diarias
- Empeoramiento de síntomas después de hacer esfuerzos físicos o mentales
- Fiebre
Respiratorios y del corazón
- Falta de aliento o dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Tos
- Palpitaciones del corazón
Síntomas neurológicos
- Dificultad para pensar/concentrarse
- Dolor de cabeza
- Aturdimiento
- Problemas de sueño
- Sensación de alfileres y agujas
- Ansiedad o depresión
- Cambio en el gusto o en el olfato
Síntomas digestivos
- Dolor de estómago
- Diarrea
Otros síntomas
- Sarpullido
- Dolor articular o muscular
- Problemas con el ciclo menstrual
Estudios clínicos y vacunas
Aun cuando existen vacunas aprobadas por la FDA o de emergencia y dosis de refuerzo, los investigadores continúan investigando maneras eficaces de prevenir o de reducir los efectos colaterales del COVID-19. ¿Por qué? Porque a medida que el COVID-19 muta, crea variantes y sub-variantes. Algunas de estas sub-variantes se están volviendo resistentes a las vacunas.
Para ayudar a encontrar vacunas y tratamientos eficaces, los investigadores llevan a cabo estudios clínicos. Estos constan de cuatro fases.
Los estudios de fase 0 incluyen a un pequeño número de personas. A estas personas se les dan pequeñas dosis de un medicamento nuevo. El estudio consiste en ver si el medicamento llega al tumor, cómo afecta a los seres humanos y cómo responden las células cancerígenas del cuerpo humano al medicamento. Los estudios de fase 0 son raros.
Los estudios clínicos de fase I normalmente son los primeros que involucran a las personas, normalmente de 20 a 100. El estudio puede incluir a personas que viven con un padecimiento o enfermedad así como a personas sanas. Esta fase ayuda a los médicos a descubrir si el medicamento es seguro. Durante esta fase, los investigadores buscan la manera más segura y eficaz de administrar el medicamento. Los estudios clínicos de fase I pueden durar varios meses.
Los estudios de fase II son estudios que han pasado la fase I. Un mayor número de participantes, muchas veces de 100 a 300 personas participan en esta fase. La mayor parte de los estudios de fase II duran desde varios meses hasta dos años. Se asigna a los participantes a diferentes grupos. A un grupo se le da el tratamiento estándar y otros reciben el tratamiento nuevo.
Los estudios de fase III pueden tener hasta 3,000 participantes inscritos. Las personas inscritas son las personas que tienen la enfermedad y que son el objetivo del estudio. Muchas veces, cuando se inicia un estudio de fase III, este comienza al mismo tiempo en todos los centros de investigación donde se está llevando a cabo el estudio. Los estudios de fase III se llevan a cabo para expandir y para confirmar la eficacia y seguridad de las fases anteriores. Como en los estudios de fase II, se asigna a las personas a diferentes grupos. A diferencia de los estudios de fase I y de fase II, algunos participantes pueden asignarse a un grupo de placebo. Sin embargo, el placebo nunca se utiliza solo si hay algún tratamiento disponible que funcione. Esta fase dura de uno a cuatro años.
Los estudios clínicos de fase IV se conocen normalmente como “observación después del marketing”. Un estudio de fase IV puede incluir a varios miles de personas. Esta fase ocurre después de que el medicamento ya ha salido al mercado y está disponible para las personas que lo requieren. El propósito de esta fase consiste en hacer más pruebas de eficacia y de seguridad. A diferencia de las fases anteriores, el medicamento se pone a prueba en situaciones de la vida real. El objetivo consiste en investigar los riesgos y los beneficios a largo plazo al mismo tiempo que se descubren los efectos colaterales potenciales.
Algunas veces se designan para uso altruista después de los estudios de fase II, rara vez después de los estudios de fase I, para enfermedades mortales para las cuales no existe otra opción. Algunos de los tratamientos que están en desarrollo, se están indicando para personas con casos severos de COVID-19, debido a la falta de opciones de tratamiento.
Muchas empresas están desarrollando tratamientos para el COVID-19 en todo el mundo. Algunos se están desarrollando específicamente para el COVID-19, otros son medicamentos existentes que se están readaptando para el COVID-19. Un ejemplo es el Favipiravir de Fujifilm Toyama Chemical que es un antiviral desarrollado para prevenir y tratar el virus del Ébola. Se está estudiando para el COVID-19. Otro es el óxido nitroso inhalado que se está estudiando pues se piensa que previene la entrada del COVID-19 en las células.
Datos y cifras
Para obtener información del número de casos y de muertes por COVID-19 en los EE. UU., consulte el sitio web del CDC: COVID Data Tracker o Johns Hopkins’ COVID-19 Dashboard.
Para conocer el número de casos o de muertes por COVID-19 en el mundo, consulte: World Health Organization’s COVID-19 Dashboard.
La tasa de muertes por neumonía, influenza y COVID-19 es del 7.2%.
Alrededor del 80% de las personas que contraen el COVID-19 sobreviven.
Recursos
Si desea obtener más información del COVID-19 o si tiene alguna pregunta específica, nuestros especialistas en información están disponibles de lunes a viernes. Puede llamar sin costo al 800-539-7309.