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Cuidado de las extremidades superiores

El hombro, el brazo, el antebrazo y la mano constituyen las extremidades superiores. Estas partes del cuerpo trabajan al unísono para funcionar. Con la parálisis, las extremidades superiores normalmente se usan para compensar las funciones de otras partes del cuerpo. Esto puede agregar estrés adicional y exceso de uso a esta parte del cuerpo que no está hecha para esos desafíos adicionales. Cuidar las extremidades superiores es crítico para mantener la salud y la independencia.

Los componentes del brazo deben funcionar juntos para tener una mejor función. El principal objetivo del uso de las extremidades superiores consiste en permitir la función libre de las manos. En otras palabras, los brazos soportan la colocación de las manos, el codo acerca y aleja las manos del cuerpo y el hombro le da rango de movimiento al brazo. Las extremidades superiores les permiten a las manos realizar una amplia gama de movimientos en todas las direcciones. Existe la capacidad de levantar, de tirar y de empujar.

Hay muchos desafíos para las extremidades superiores de una persona con parálisis. Estos incluyen problemas por el uso repetitivo o por el exceso de uso del brazo y por levantar cosas pesadas. Aun cuando la estructura de los brazos es similar a la de las piernas, la anatomía de los brazos, que es más pequeña, no está diseñada para soportar todo el peso del cuerpo. La estructura de las piernas que es mucho más grande se utiliza al caminar o al mover el cuerpo. La edad avanzada puede relacionarse con problemas de las extremidades superiores, como lo es aumentar mucho de peso a lo largo de los años o aun un aumento de peso temporal como el embarazo. Los padecimientos pueden aumentar la disfunción de los brazos igual que los problemas cardiovasculares.

La prevención debe ser la primera línea de defensa contra las complicaciones de las extremidades superiores debido a la parálisis. Las estrategias para reducir los riesgos pueden ayudar a evitar o por lo menos a aplazar la aparición de problemas en las extremidades superiores.

Los componentes anatómicos de las extremidades superiores incluyen los huesos para la estructura, los músculos para la fuerza, los nervios para las sensaciones y el movimiento, los vasos sanguíneos para proporcionar oxígeno y nutrientes, y la piel para protección y regulación de la temperatura corporal.

Los huesos de las extremidades superiores consisten principalmente de estructuras óseas que incluyen el hombro (escápula), el brazo (húmero), el antebrazo (radio y cúbito), y huesos de las manos, entre otros. Están las articulaciones que permiten el movimiento de los huesos rígidos. Los tendones se adhieren a los huesos de los músculos.

Pueden ocurrir algunos problemas con los huesos después de la parálisis, como los siguientes:

  • Cambios de postura incluyendo escoliosis e irregularidades en el pecho
  • Reducción de densidad ósea (osteopenia/osteoporosis)
  • Fracturas (huesos rotos)
  • Osificación heterotópica (H.O., por sus siglas en inglés) (crecimiento de hueso en el músculo)
  • Bursitis olecraneana (inflamación de la bursa sobre el olécranon del codo)
  • Osteoartritis (artritis de los huesos)
  • Osteofitos (espolones en los huesos)
  • Tirón en las articulaciones
  • Lesión del manguito rotador (un grupo de músculos del hombro)
  • Dislocación del hombro
  • Dolor/lesión en el hombro
  • Subluxación debido al peso que depende del brazo o a la mala postura de la articulación
  • Síndrome subacromial (roce en los tendones del hombro)

Los músculos de las extremidades superiores son músculos esqueléticos que se adhieren a los huesos para crear el movimiento. Los músculos principales de las extremidades superiores se indican en el diagrama a continuación. También hay músculos esqueléticos en la mano para la función de la motricidad fina.

El diagrama es cortesía de Ball State University.

Los problemas en los músculos de las extremidades superiores después de la parálisis pueden incluir:

  • Contracturas (rigidez en los músculos que reduce el movimiento de las articulaciones)
  • Irritación del tejido que conecta el músculo con el hueso
  • Epicondilitis lateral (codo de tenista)
  • Atrofia muscular (encogimiento)
  • Dolor muscular por tendinitis de los músculos cervicales y torácicos para espinales
  • Dolor sobre la zona de la parálisis
  • Lesión del manguito rotador (lesión del tendón del hombro)
  • Tejido cicatricial por repetidas lesiones
  • Tendinitis (inflamación de los tendones)
  • Tono (espasmos)

Los nervios transportan mensajes entre el cerebro y el cuerpo. Los mensajes que se envían del cerebro al cuerpo para el movimiento son los nervios motores. Los mensajes que se envían del cuerpo al cerebro son los nervios sensoriales. El siguiente diagrama muestra los nervios que afectan las partes de las extremidades superiores.

Los problemas con los nervios después de una parálisis en las extremidades superiores pueden incluir:

  • Movimiento–la capacidad de mover las extremidades ya sea parcial o totalmente
  • Compresión de los nervios como el síndrome del túnel carpiano (el más prominente en la lesión de la médula espinal) seguida del síndrome del nervio cubital (también conocido como lesión del túnel cubital) , y la lesión del plexo braquial en la zona del hombro
  • Sensación–la capacidad de sentir o de percibir sensaciones como dolor, comezón, calor, frío, tacto y regulación de la temperatura corporal, entre otras

Los vasos sanguíneos son parte del sistema cardiovascular que lleva nutrientes y oxígeno a las células del cuerpo por medio de las arterias. Las venas eliminan el desecho de las células por medio de las venas. Las venas más pequeñas que conectan las arterias y las venas se llaman arteriolas.

Los problemas que afectan los vasos sanguíneos después de la parálisis pueden incluir:

  • Arteriosclerosis–una acumulación de placa en las arterias que estrecha la vía del flujo sanguíneo
  • Enfermedad de la arteria del brazo (estrechamiento o bloqueo de la arteria), una forma de enfermedad arterial periférica (PAD, por sus siglas en inglés)
  • Complicaciones de la diálisis
  • Trombosis venosa profunda por constricciones o coágulos en cualquier lugar de los vasos sanguíneos. Uno de esos riesgos es cuando “se engancha” el brazo alrededor de la silla de ruedas.
  • Edema–hinchazón de la mano o del brazo, después de la parálisis como resultado de la dependencia de una extremidad y por falta de movimiento
  • Lesión por presión–La pérdida de movimiento puede crear presión en los huesos dentro del cuerpo que afecta el flujo sanguíneo y reduce la continuidad de la piel

La piel de las extremidades superiores realiza el mismo trabajo que la piel del resto del cuerpo, que consiste en proteger de la deshidratación, microorganismos y de la luz ultravioleta, así como ayudar a ajustar la temperatura interna del cuerpo. La estructura anatómica de la piel se muestra en el siguiente diagrama.

Con la parálisis, los problemas de piel incluyen:

  • Callosidades
  • Resequedad
  • Irritación
  • Lesiones por presión

Síntomas/Diagnóstico

Las personas con parálisis podrán notar primero algo físicamente diferente en la apariencia del brazo. Esto puede incluir una distorsión de la anatomía normal que incluye desalineación, cambio de color, hinchazón o zona abierta de la piel, un cambio en la ausencia de sensación donde hay presencia de sensación o cambio en las capacidades. Se siente dolor muscular con una sensación punzante, de calambres, malestar, rigidez y tono (espasmos). El dolor neurológico puede incluir sensaciones punzantes, de agujas y alfileres, ardor o sensaciones de disparo.

Si la sensibilidad se ve afectada, se puede sentir dolor en la zona adyacente a la zona sin sensibilidad, pues esta sí tiene sensibilidad, o sentir dolor referido en otro lugar como en el hombro o en la mandíbula. Algunas personas no son capaces de describir bien su dolor debido a problemas de sensibilidad y pueden comunicar solo que “algo está mal”.

El diagnóstico empieza con un examen físico completo que incluye un examen de la Asociación Americana de Lesiones de la Médula Espinal (ASIA, por sus siglas en inglés) de la función motriz y sensorial para detectar cambios. Las preguntas relativas al dolor incluyen el efecto del dolor en el sueño y en el estado de ánimo. 

Se le preguntará cómo ha tratado de modificar su padecimiento. Esto incluye medicamentos recetados, medicamentos sin receta médica, medicamentos recreativos, movimiento y terapias recetadas y alternativas.

La revisión de equipo que se utiliza para movilidad y transferencia evaluará la idoneidad de los dispositivos de ayuda para su padecimiento en el presente, comparándolos con el tiempo cuando se los recetaron.

Se hará una evaluación de su técnica de propulsión con la silla de ruedas.

También se hará una evaluación mediante conversaciones de cómo realiza las actividades cotidianas a lo largo del día y de la noche.

Si es capaz de sentir dolor, se hará una evaluación de su descripción del dolor en sus propias palabras y utilizando una herramienta para su evaluación. Normalmente, el dolor se califica en una escala del 0 al 10 (0 representa ausencia de dolor, 1 es un dolor leve y 10 es el peor dolor posible). Normalmente se utiliza la escala de las CARAS en la pediatría y en adultos que no hablan inglés.

El diagrama es cortesía de Wong-Baker FACES Foundation.

Las pruebas comunes incluyen radiografías para detectar problemas en los huesos, una tomografía computarizada o una resonancia magnética para analizar huesos, músculos y nervios y una electromiografía/estudios de conducción nerviosa para detector problemas de músculos y de nervios.

Tratamientos

La forma de tratar un problema en las extremidades superiores depende de la fuente del problema. Los tratamientos comunes de huesos, músculos, nervios, vasos sanguíneos y piel se encuentran en una lista a continuación. Es importante mencionar que los problemas en las extremidades superiores rara vez aparecen en un solo sistema corporal sino que aparecen en diferentes combinaciones, de manera que el tratamiento es individualizado para las necesidades específicas de cada persona.

Huesos Los padecimientos de los huesos se tratan principalmente con terapia, sobre todo si se han diagnosticado al inicio. Estos pueden incluir:

  • Equipo adaptado para reducir el estrés en las articulaciones, para fortalecer los músculos y para hacer ejercicios para mantener las articulaciones flexibles
  • Hacer ejercicios de estiramiento con suavidad ayuda a mantener a los huesos en funcionamiento.
  • La postura adecuada y el uso de equipo de posicionamiento son vitales para mantener los huesos alineados.
  • Las evaluaciones ergonómicas para evaluar el movimiento y los movimientos repetitivos pueden ayudar a prevenir lesiones óseas.
  • La estimulación eléctrica puede utilizarse para mejorar la función muscular, para ayudar a sanar los huesos y controlar el dolor.
  • El uso del bipedestador puede mejorar la densidad ósea.
  • Pueden ser necesarios aparatos ortopédicos y férulas para mantener los huesos alineados o para tratar los problemas óseos futuros, como liberar las contracturas lentamente, o para tratamientos de escoliosis.
  • Algunos problemas óseos se tratan con medicamentos para mejorar la densidad ósea, para tratar la artritis y para reducir la osificación heterotópica.
  • Las lesiones óseas que no pueden tratarse con terapia pueden requerir cirugía para corregirlos. Esto ocurre con las fracturas (roturas) de huesos, con la escoliosis y la osificación heterotópica, entre otros padecimientos.

La osificación heterotópica (HO) ocurre cuando las células óseas crecen fuera del esqueleto óseo y pasan al tejido muscular, normalmente pero no siempre en una articulación. Esto provoca dolor y dificultad para mover la articulación afectada. Puede notar dificultad para mover una articulación, dolor, dolor referido, aumento de tono (espasmos), o episodios de disreflexia autonómica (AD, por sus siglas en inglés). En los casos avanzados, puede haber hinchazón de la zona. El tratamiento en etapas iniciales incluye movilización suave de la articulación. Pueden recetarse medicamentos antiinflamatorios (como Indometacina) para el dolor. La HO se trata con medicamentos como etidronato (Didronel) y otros. Otros tratamientos pueden incluir radioterapia o inyecciones en la zona. Los casos avanzados requieren cirugía para liberar la articulación, para que se pueda mover. Para eliminar la HO puede ser necesario reducir el tejido muscular, de manera que se recomienda el tratamiento inicial.

La subluxación del hombro se convierte en un problema cuando los músculos de las extremidades superiores están débiles y el resultado es que el peso sin soporte en uno o en los dos brazos tira la cabeza de la cavidad articular del hombro. Esto puede ocurrir en caso de accidente cerebrovascular, lesión de la médula espinal u otras enfermedades neurológicas.

Como muestra el siguiente diagrama, se hace una evaluación física colocando un dedo sobre la piel en la zona del hombro, en la unión del acromion y la superficie articular de húmero. No debe haber separación de la articulación en esta zona. En caso de que haya una separación, el ancho se mide en dedos: un dedo, dos dedos, tres o cuatro dedos. La evaluación física indicaría que es necesaria una radiografía para el diagnóstico. Si hay sensibilidad, puede haber dolor o si hay problemas de sensibilidad, quizá se sienta dolor radiado en la mandíbula. Podría aparecer a aumentar el tono (espasmos) o la disreflexia.

La atención temprana o prevención se maneja con posicionamiento adecuado o con el uso de una férula para el hombro. El tratamiento más avanzado incluye el uso de estimulación eléctrica para fortalecer los músculos que sujetan el hombro. El tratamiento tardío puede implicar correcciones quirúrgicas, pero este padecimiento se puede corregir si se diagnostica en una etapa temprana.

El diagrama es cortesía de Dalton Myoskeletal.

Los músculos. El dolor en los músculos de las extremidades superiores puede tratarse con descanso o elevación de la extremidad o tomando medicamentos no esteroides antiinflamatorios si se los receta el médico. Estos tratamientos son muy útiles para las personas con una nueva aparición de parálisis ya que los músculos sobre el área de la parálisis están trabajando de manera adicional para adaptarse a los músculos menos funcionales. La terapia de fortalecimiento de músculos mejora el problema con el tiempo.

Una gripa, un resfriado, el estrés o hasta estar demasiado cansado puede provocar dolores en los músculos. Algunas enfermedades neurológicas pueden provocar dolores musculares, como la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés), la distrofia muscular, la miastenia grave, la atrofia muscular y la fibromialgia, entre otras. El descanso programado y los movimientos suaves pueden ayudar a reducir el dolor muscular. El ejercicio suave puede hacerse mejor en una piscina con agua tibia para evitar el sobreesfuerzo.

Como el uso y el exceso de uso funcional de las extremidades superiores puede causar dolor, debe evaluarse la ergonomía de su movilidad. Esto incluye movimientos de traslados, propulsión de la silla de ruedas y los sobreesfuerzos. Puede necesitar adaptar su equipo. Una silla de ruedas manual deberá impulsarse empezando con el brazo recto hacia abajo al lado del cuerpo, alineado con el eje y no estirando el brazo hacia atrás. Los dispositivos de ayuda para traslados, una silla de ruedas de propulsión eléctrica y reorganizar el uso de los dispositivos que se usan frecuentemente en casa para hacer menos sobreesfuerzo resulta útil para prevenir estos problemas. 

Las lesiones del manguito rotador pueden ocurrir debido al exceso de uso y al uso exagerado del hombro para ayudar a mover el cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor o dolor radiado del hombro a la mandíbula y debilidad o cambio de fuerza en el brazo. El tratamiento consiste en descansar el brazo, lo que puede resultar difícil cuando se depende del hombro para mover el cuerpo. La terapia puede ayudar con ejercicios de fortalecimiento de los músculos o con estimulación eléctrica para fortalecer los músculos del hombro. Pueden administrarse inyecciones de esteroides para reducir la hinchazón y el dolor. En los casos más severos, es necesaria la cirugía del manguito rotador (normalmente artroscópica) y necesitará tiempo para sanar dejando de utilizar el hombro. En casos extremos, puede ser necesario reemplazar el hombro o una transferencia de tendón

El tono óseo y nervioso (espasticidad) puede provocar dolor en personas con espasticidad. Cada uno de los músculos es parte de un juego que se equilibra entre sí. Uno de los músculos del juego es para empujar y el otro es para tirar. Los músculos que tiran son ligeramente más fuertes, por lo que al tener parálisis, pueden generarse contracturas. La mala comunicación de los mensajes hacia los músculos puede crear el tono. Debe considerarse el tratamiento de los problemas subyacentes para reducir el dolor y para las contracturas o el tono (espasmos). Hay que hacer movimientos suaves y estiramientos, recurrir a los medicamentos o a las inyecciones de bótox. Aquí puede encontrar información adicional del tratamiento de la espasticidad.

La estimulación neuromuscular tanto en la piel como implantada quirúrgicamente ha aumentado en gran medida la posibilidad de recuperar la función de las extremidades superiores. Está habiendo muchos avances con más tratamientos disponibles para todos. En este tratamiento, se envía un impulso desde un dispositivo a través de los nervios y los músculos del cuerpo al cerebro para crear movimiento y sensibilidad.

La terapia de movimiento inducida por coacción o la terapia del espejo se están usando como tratamiento para la recuperación de accidente cerebrovascular. En esta terapia, el brazo que no está afectado se restringe,  forzando a la persona a utilizar el brazo afectado. Se está estudiando esta terapia con otros padecimientos neurológicos para evaluar su eficacia. La terapia del espejo implica mirarse la extremidad en un espejo para mejorar el movimiento desde la parte del cerebro que no está involucrada.

La transferencia de tendones y nervios puede hacerse quirúrgicamente para aumentar la función del brazo y de la mano. Los tendones pueden reubicarse para aumentar la fuerza. Los nervios pueden transferirse, dividirse o injertarse de una zona que tiene función a otra con menor función. Los nervios de los brazos son nervios periféricos que pueden reubicarse. Estos tratamientos requieren de un especialista en cirugía de mano, neurocirugía o cirugía reconstructiva. Se requiere tiempo de recuperación y terapia extensiva para reeducar al cuerpo en la nueva función. 

Una lista completa de transferencias de tendones se puede descargar aquí como PDF.

El artículo que se cita más adelante contiene un diagrama que muestra los nervios de las extremidades superiores que pueden transferirse y las funciones que pueden incrementarse por nivel de lesión.

Hawasli AH, Chang J, Reynolds MR, Ray WZ. Transferencia de los braquiales al nervio interóseo anterior como estrategia de tratamiento para las lesiones de la médula cervical: Technical note. Global Spine Journal 5(2):110-7, April 2015, DOI:10.1055/s-0034-1396760

Nervios. Debido al exceso de uso de las extremidades superiores especialmente por movilidad, pueden ocurrir atrapamientos nerviosos. Los lugares de los atrapamientos nerviosos en las extremidades superiores están en el plexo braquial, en el codo (síndrome del túnel cubital), y en la muñeca (síndrome del túnel carpiano). Los síntomas incluyen dolor neurológico como el dolor de un disparo, hipersensibilidad, quemazón, ardor y entumecimiento. La intervención temprana incluye un aparato ortopédico o férula que se usa de noche. Puede recurrirse a adaptaciones de movilidad utilizando dispositivos de traslado con ayuda y propulsión con silla de ruedas asistida. Es importante descansar y no trabajar demasiado el nervio para mejorar en las etapas tempranas, lo que puede ser difícil para las personas con problemas de movilidad. Los tratamientos posteriores incluyen intervención quirúrgica para liberar el nervio atrapado y se requerirá que no se utilice durante cierto tiempo. Esto puede dificultar mucho la movilidad.

El dolor neuropático es dolor que se genera específicamente por mala comunicación de los nervios. Este dolor puede ser muy severo. La experiencia de dolor es diferente para cada persona. El tratamiento inicial y constante incluye movimiento suave en las extremidades. Los tratamientos con medicamentos incluyen medicamentos antiepilépticos y anticonvulsivos en dosis bajas, o medicamentos diseñados específicamente para el tratamiento del dolor neurológico como la gabapentina (Neurontin) y la pregabalina (Lyrica). Las dosis de estos medicamentos pueden ajustarse para tartar el dolor de manera eficaz o puede aumentarse la dosis a medida que el cuerpo se acostumbra a ellos. Los tratamientos avanzados incluyen implante quirúrgico de bombas para el dolor y de estimuladores que interrumpen el mensaje de dolor.

Vasos sanguíneos. Es necesario cuidar los vasos sanguíneos de las extremidades superiores para prevenir la trombosis venosa profunda (coágulos) en los brazos. Cualquier constricción en las extremidades superiores como las férulas, las vendas elásticas, las medias de compresión para los brazos o los vendajes pueden restringir el flujo sanguíneo en el brazo provocando un coágulo. Es preciso evaluar y tratar los coágulos de inmediato. Los coágulos pueden desprenderse de su lugar en el brazo y viajar al cerebro generando un accidente cerebrovascular, o a los pulmones como embolia pulmonar. El tratamiento incluye medicamentos anticoagulantes. La tarjeta de bolsillo para personas con trombosis venosa profunda (DVT, por sus siglas en inglés) de la Fundación Reeve está disponible para que pueda alertar a los profesionales de la salud, cuidadores, miembros de la familia y amigos en caso de que necesite tratamiento de emergencia de trombosis venosa profunda.

Video: Deep Vein Thrombosis (DVT) (Video: Trombosis Venosa Profunda (DVT)

Un edema es demasiado líquido en el cuerpo, especialmente en las extremidades, que debe volver al corazón y posteriormente eliminarse de los tejidos del cuerpo. En la parálisis, los vasos sanguíneos no están eliminando este líquido por falta de movimiento y de dependencia de la extremidad. La elevación y una prenda de compresión para el brazo son tratamientos fundamentales. Pueden utilizarse medicamentos o una bomba para reducir los líquidos en casos avanzados, para ayudar a eliminar el líquido de los tejidos del brazo.

Piel. Después de la parálisis, la piel requiere atención adicional para mantener su capacidad de proteger al cuerpo. Es esencial llevar una dieta sana y beber agua dentro de las restricciones de su programa de vejiga, para alimentar e hidratar la piel.

La piel seca puede provocar pequeñas grietas y aperturas que pueden permitir la entrada a las bacterias, lo que produce infecciones. La piel seca de las manos, codos y de cualquier lugar que esté sujeto a roce, puede acumular piel muerta o callosidades. No se retire las cortezas de la piel seca, sino que lávese con agua tibia y aplíquese una loción emoliente. Quitarse las cortezas de piel seca deja aperturas en la superficie de la piel, que pueden darle la entrada a infecciones.

Las callosidades no tienen la elasticidad de la piel sana y eso puede generar rupturas, aperturas en la piel y dolor. Reduzca suavemente las callosidades con el tiempo mojándolas diariamente con agua tibia y lijando la zona con un paño húmedo. Aplique una loción emoliente en la zona. El proceso puede tardar semanas para que se reduzca la callosidad. Reducir las callosidades con implementos o demasiado rápido puede cortar o sobreexponer la piel sensible bajo la superficie de la callosidad.

Las lesiones por presión pueden ocurrir en cualquier parte del brazo incluyendo las prominencias óseas, o cuando el equipo roza o restringe. Un cambio de color en la piel indica que se ha iniciado una lesión por presión. En personas con piel oscura, este cambio de pigmento puede aparecer de color purpurino o ceniciento. En personas con piel clara, el cambio de pigmento es rosáceo. Una vez que se ha detectado el cambio de pigmento en la superficie de la piel, la lesión que no se ve bajo la piel es mucho más grande y profunda. El tratamiento consiste en eliminar la presión del equipo y comprobar que no haya ninguna presión en la zona, no apoyándose ni colocando peso corporal ahí. Si la piel está abierta, deberá aplicarse un vendaje. Es necesario que un profesional médico evalúe la lesión para que le recete el tratamiento necesario. Hay más información disponible de las lesiones por presión en este blog.

Prevención de lesiones en las extremidades superiores

El mantenimiento es esencial para reducir las complicaciones en las extremidades superiores.

  • Una correcta posición al estar acostado(a) o levantado(a) ayuda a mantener las extremidades superiores alineadas, reduce el peso del tirón en las articulaciones y puede mejorar su funcionamiento.
  • Dese cuenta de dónde están colocados el brazo y la mano para evitar atraparlos con la silla de ruedas o para evitar otras lesiones.
  • Mantener la mano y el brazo a un nivel más alto que el corazón reduce el edema de igual forma que el brazo de compresión, los guantes y la terapia con bomba.
  • El equipo ergonómico ayuda al ejercicio, posicionamiento y funcionamiento. Supervise el espacio donde está y su espacio de trabajo para que no tenga que excederse en los movimientos o esforzarse por alcanzar algo.
  • El equipo de traslado le puede ayudar a reducir el peso en los brazos. Aunque solo lo utilice en casa, la cantidad de traslados en los que usa los brazos se reducirá considerablemente.
  • La propulsión de la silla de ruedas deberá hacerse con el brazo extendido hacia abajo al lado del cuerpo, sobre el eje de la rueda, para después moverla hacia adelante.
  • Haga ejercicios de rutina para mantener el brazo en buena forma, ya sea moviéndolo o pidiéndole a alguien que se lo mueva.
  • Observe sus brazos para evaluar los cambios de pigmento por las lesiones por presión, aperturas en la piel o hinchazón, que pueden indicar una trombosis venosa profunda, un edema, un hueso roto o alguna otra lesión.
  • Esté pendiente de las crepitaciones y sienta los movimientos que no son homogéneos para evaluar la posibilidad de alguna lesión ósea o artritis, contracturas, osificación heterotópica o subluxación del hombro.
  • Reporte cualquier síntoma que pudiera indicar atrapamiento nervioso, músculos adoloridos o tono (espasmos).

Video: Prevención de problemas de hombro

¿Su silla de ruedas está acondicionada para la máxima eficiencia? Podría estar esforzándose demasiado para moverse y podría estar provocándose dolor de hombro.

Historia

El cuidado de las extremidades superiores ha evolucionado lentamente con el tiempo. Cuando empezó la rehabilitación hubo un gran avance después de la Segunda Guerra Mundial, ya que se pensaba que las extremidades superiores eran una especie de reemplazo para la movilidad en el caso de que hubiera alguna lesión en las piernas. De forma esporádica se publicaron artículos de la parálisis VVafer relativa a las extremidades superiores, con la primera ola de conocimiento a finales de los años 70. Fue poco después del año 2000, cuando prevaleció la investigación que empezó a reconocer los problemas y los tratamientos, aunque ya eran muy conocidos en la comunidad.

En los años 90, se incrementó la investigación de las lesiones por exceso de uso y esto condujo al desarrollo de técnicas de propulsión y traslado en silla de ruedas para reducir el esfuerzo de las extremidades superiores. Estas técnicas y equipo han ayudado a las personas con parálisis a tener menos lesiones y a tener un buen funcionamiento de las extremidades durante más tiempo.

Poco después del año 2000, se hizo posible la función de las extremidades superiores después de una parálisis gracias al desarrollo de un dispositivo eléctrico funcional implantable. Estos primeros dispositivos implicaban cirugía intensiva y era un poco difícil que el usuario los coordinara y les diera mantenimiento aunque mejoraban la función. Con la llegada de la estimulación eléctrica funcional transdérmica, ha aumentado mucho su uso para el movimiento funcional de las extremidades superiores. Varias empresas están sacando al mercado dispositivos que están revolucionando la función de las extremidades superiores.

Las nuevas investigaciones de la estimulación interna de nervio vago están teniendo como resultado una mejor función de las extremidades superiores.

En la actualidad, los profesionales médicos reconocen la importancia de mantener la salud de las extremidades superiores. Cada vez más personas compran equipo de traslado para ayudar a conservar sus funciones, especialmente cuando envejecen.

Datos y Cifras

En un estudio de M. Dalyan, DD Cárdenas, y B Gerard (1999) llamado “Dolor en las Extremidades Superiores y Lesión de la Médula Espinal”, el 58.5% de las personas reportaron dolor en las extremidades superiores.

El síndrome de túnel carpiano es la lesión que más se reporta como lesión por atrapamiento de los nervios cuando se tiene una lesión de la médula espinal.

Recursos

Si desea obtener más información acerca del cuidado de las extremidades superiores o si tiene alguna pregunta específica nuestros especialistas en información están disponibles de lunes a viernes. Puede llamar sin costo al 800-539-7309.